Capítulo 24

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Minho se encontraba dando vueltas por toda la habitación pensando en como arreglar las cosas con Hyunjin y Jisung, por más que el peliazul insistiera, sabía que no se encontraba bien.

—No debí darle ilusiones, pero también pensé que me gustaba –Habló rápidamente. —Pero después de estar con Yeojun me di cuenta que me falta algo. –Suspiró frustrado.

—Deberías dejar de sobrepensar Minho, Jisung está bien sin ti –Dijo frustrado el mayor. —Caes mal, deja al pobre chico en paz, si quiere estar con Hyunjin, Seungmin o Felix no es problema tuyo.

—¿Seungmin y Felix también gustan de él? –Frunció el ceño rápidamente –¿Felix no estaba con el enano?

—Es una forma de decir que no te incumbe a quién le de el culo, imbécil –Rodó los ojos el pelinegro.

—Chan, no me ayudas –Miró mal al mayor.

—La mejor ayuda que puedes recibir de mí, querido amigo, es mi sinceridad –Sonrió falsamente en dirección al exaltado castaño.

—Chan –Continuó ignorando lo que dijo el susodicho. —¿Y si en verdad me gusta Jisung y yo no lo sabía?

—Suficiente –Dijo el mayor levantándose abruptamente del sofá. —¿No te das cuenta de lo imbécil que estas siendo? Y para tu información la palabra imbécil no es un halago –Concluyó saliendo rápidamente de aquella casa.

—Tal vez él tenga razón –Habló para sí mismo. —Debería salir a despejarme.

Tomó las llaves de su vehículo y salió sin un rumbo fijo, tal vez ir a esa galería de arte lo ayudaría a pensar mejor y aclarar sus pensamientos.

Frente al gran centro comercial aparcó en el estacionamiento y salió a paso firme. Sus ojos vagaron entre las diferentes tiendas, y vió a esa cabellera azul tan conocida, su corazón comenzó a palpitar aceleradamente, sin saber como exactamente reaccionar caminó hasta la puerta y vió como Hyunjin salía de un probador, su mirada rápidamente cambio a una confundida.

El menor le tendió su celular y ahora fue él quien se adentró al probador, salió vestido de una manera tan espectacular que dejó sin aliento a ambos chicos que lo observaban atentamente.

El peliazul sonrío abiertamente y ahí fue cuando un paso en falso hace que tropiece, el rubio en un torpe intento de sostenerlo lo pega demasiado a su cuerpo haciendo que sus bocas estuvieran a centímetros de rozarse y fue ahí cuando el rubio rompió la distancia no pudiendo resistirse más. El castaño quedó estático, no queriendo creer lo que sus ojos veían, con los celos apoderándose de él, abrió la puerta y tomó del brazo al peliazul separando a ambos, y sin más le dió un golpe al más alto.

—¿¡Minho que haces!? –Preguntó rápidamente el peliazul, tomándolo del brazo para alejarlo de Hyunjin.

—JISUNG, TE BESÓ, YO LO VI –Habló furioso.

—¿Y QUÉ TE IMPORTA A TI? –Gritó el peliazul ahora. —DEJA QUE HAGA MI VIDA COMO YO QUIERA, TAL Y COMO TU LO ESTAS HACIENDO. –La rabia escapaba de los ojos del menor.

—Yo –Su voz tembló. –Yo..

—¿TÚ QUÉ MINHO? EH –Las piernas del menor se debilitaron por un momento. —No quieres que este contigo –Dijo con la voz rota. —Y tampoco con alguien más –Miró con ojos llorosos al mayor. —¿Que tan infeliz tengo que ser para que te sientas bien Minho?

—Yo..No debí intervenir, lo siento –Hizo una pequeña reverencia y salió corriendo, escapando de sus sentimientos de nuevo.

°•°•°•°•°•°

El peliazul rápidamente ayudó al rubio a levantarse.

—Oh, estas sangrando Hyunnie, vamos a cambiarnos y te ayudo a curarte esa herida –Habló con preocupación el menor. El rubio aún con el labio inferior lastimado sonrío porque estaba enternecido por la manera en que el peliazul se preocupaba por él.

—¿Cómo voy a evitar que me gustes Jisung? –Habló mirando al menor a los ojos.

—Hyunjin… –Habló sorprendido.

—Sé que ya lo sabías, no eres tonto, estabas tratando de convencerte que no era así –Río suavemente mirando el piso.

—Hyunjin, sabes cómo son mis sentimientos –Susurró apenado el menor.

—Lo sé, pero el hecho de que no te alejaras inmediatamente me dan esperanzas –Sonrió sinceramente.

—Eres un tonto –Río suavemente.

—Jisung –Habló ahora seriamente. —¿Me darías una oportunidad alguna vez?

—Hyunjin, eres muy bueno pero yo…

—Con saber que al menos piensas que sería bueno para ti, me conformo, pero ¿Me darías una oportunidad?–Habló bajito.

—Tal vez cuando pueda tener estabilidad emocional lo considere. –El mayor rápidamente lo interrumpe.

—Ahí esta, con eso me conformo –Sonrió.

—Ya basta –Río el peliazul arrastrando del brazo al mayor. —Cambiate, debemos ir a curarte esa herida.

—Si señor –Dijo haciendo una pequeña reverencia.

—Apúrate –Volvió a reír el menor.

Jisung entró al probador, y sin más se dejó caer, las lágrimas comenzaron a salir y su corazón se estrujó, la mirada dolida de Minho volvió a su mente, aquel dulce chico que le había hecho creer que tenía el universo entero, había destruido poco a poco su pobre corazón ¿Qué estaba mal con él? ¿Merecía todo el dolor por haber salido defectuoso como decía su padre?

—¿Cómo puede ser el mismo chico que conocí? –Susurró mientras ocultaba su cabeza entre sus brazos.

°•°•°•°•°•°

—Jeongin –Mencionó el pelinegro, el susudicho dejó de lado aquel pote de helado que él le había dado para sentirse mejor.

—¿Qué pasa Sam?

—No puedo seguir con esto –Sonrió tristemente.

—¿A qué te refieres? –Preguntó confundido.

—Jeongin, no puedo seguir viéndote romperte cada que ves a mi hermano –Suspiró pesadamente.—No puedo seguir rompiéndome para darte los pedazos que te faltan a ti. –Una lágrima bajó por su mejilla.

—Sam, lo estoy intentando –Dijo mientras se acercaba rápidamente a tratar de tocar el rostro del mayor.

—No quiero que trates Jeongin. –Aún con una sonrisa aguada lo volvió a mirar a los ojos. —Quiero que lo sientas, no que lo fuerces, Jeongin, me gustas, pero creo que necesito tiempo para curar mis propias heridas.

—No quiero que esto termine así, por favor Sam ¿Puedes intentar solo un poco más? –Suplicó.

—¿Quién me asegura que me vas a querer? ¿Que pasaría si a Hyunjin se le ocurre venir un día y decirte que quiere una oportunidad? –Suspiró frustrado.—¿Se lo negarás por mí?

—Pero sabemos que eso no pasará Sam, él quiere a Jisung.

—¿Y si pasa? Me lastimas Jeongin, te fuerzas a amarme ¿Es porque luzco como él que lo intentas tanto? Y no puedes amarme porque definitivamente no soy él.

—Eres un idiota Sam –Habló finalmente el menor para sacar su frustración llorando. —No sabes nada, no sabes nada sobre mí, no sabes como soy, como pienso, ni como actuo, estoy intentando tan duro evitar desmoronarme.

—No, pero me doy la oportunidad de conocerte, con esperanzas de que lo intentes también.

—¡Es lo que estoy haciendo Hyunjin! –El menor se tapó la boca rápidamente. —Sam, lo siento, lo siento.

—Sin darte cuenta me llamas Hyunjin cada que te abrazo, cada que sonríes, cada vez que trato de ser lo que necesitas en alguien. –Miró arriba para contener las lágrimas. —Jeongin,  no soy Hyunjin y nunca lo seré, SOY SAM ¿Entiendes porqué necesito tiempo? –Mencionó obvio.

—Lo entiendo –Habló suavemente, tomando su mochila para salir de aquella casa. Y como si tener un pésimo día no bastaba se volvió a encontrar con Jisung y Hyunjin entrando a esa casa, riendose entre sí, su vista se fijó en el pequeño golpe que tenía el rubio en la comisura de los labios y sin evitarlo se acercó a ambos ignorando la existencia del peliazul.

—Idiota ¿Cómo te lastimaste? –Habló examinando la zona golpeada con el ceño fruncido.

—¡AY! DUELE –se quejó el más alto alejando las manos de este de su rostro.

—Lo siento ¿Pero que te pasó hyung?

—Minho lo golpeó –Habló Jisung después de haber observado toda aquella escena.

—¿Minho hyung? –Exclamó sorprendido. —¿Qué hiciste? –Preguntó confundido.

—¿Porqué tengo que ser yo él que haya hecho algo? –Contraatacó el mayor. Ambos chicos se miraron incrédulos y  volvieron su mirada a él. —Bien, hice algo que no debí.

—¿Y está vez que fue? Ni cuando fingiste morir por un coma etílico te golpeó…

—Touché.

—No es algo de lo que deberíamos hablar ahora –Mencionó Jisung. —Jeongin –Llamó la atención del menor. —Necesito hablar contigo en privado. –El rubio entendió la indirecta y entró en la casa.

—¿Qué pasa? –Habló fríamente el pelinaranja.

—¿Porqué me tratas así? ¿Porqué ya no eres el dulce chico que conocí? –El dolor en la voz del peliazul era notable. —¿Porqué dejaste de considerarme un..–El nudo en la garganta se había formado, se sentía tan dolido peor ser dejado de lado. —...un amigo?

—Jisung, no es eso, estoy pasando por momentos difíciles y yo, lo siento, me desquité contigo sin darme cuenta –Habló apenado el menor.

—Ya sé que es por Hyunjin, Jeongin ¿Porqué no me dijiste que te gustaba? –Unas lágrimas cayeron por el rostro del peliazul. —¿Tu amistad llega solo a esto? ¿A tratarme mal por un chico? –El menor palideció — Debiste decírmelo, yo hubiera comprendido, Hyunjin es solo un amigo para mí Jeongin, pero tú, eras como un hermano. –Comenzó a llorar más, era extraño la manera en que se podía romper emocionalmente tan rápidamente.

—Jisung, lo siento tanto –Lo abrazó el menor y comenzó a llorar junto con él. —Sentía que no merecía ser tu amigo por como había comenzado sentir envidia de ti, hyung, lo estuve haciendo tan mal, quise alejarte porque estaba siendo alguien muy egoísta, pero no puedo hacerle eso a uno de mis mejores amigos. –Comenzó a hablar rápidamente, sacándose esos pensamientos que lo habían estado atormentado. —Jisung, te necesitaba tanto, pasé por días tan malos, Sam me terminó, Seungmin no atiende mis llamadas, yo me siento tan solo –Sollozó.

—Tranquilo Innie, me tienes a mí no te voy a dejar solo –Dijo mientras lo abrazaba más fuerte, ambos se habían dado ese abrazo que ambos necesitan, ese abrazo que sanaba las heridas o al menos los anestesiaba por unos minutos.

—Jisung –El susodicho se separó rápidamente del pelinaranja para buscar de donde provenía esa voz que tanto le aterraba, su mirada rápidamente demostró el miedo que sentía.

—¿Q-que haces a-aqui? –Su voz salió temblorosa e instintivamente se ocultó detrás de Jeongin.

—¿No puedo visitar a mi niño especial? –Sonrió burlezcamente el mayor.

—Jisung ¿Quién es? –Susurró el pelinaranja mirando confundido al señor que se encontraba en medio de la acera.

—Jeongin, llévame dentro, por favor –Habló el menor temblando y a punto de tener un ataque de pánico, el pelinaranja lo tomó del brazo y lo ayudó a correr hacía la casa, comenzó a tocar repetidas veces la puerta.

—¿Quién te crees que eres para alejarme de mi hijo? –Habló el señor Han tomando del cabello al pelinaranja y empujándolo contra el suelo,  la cabeza de este golpeó fuertemente el suelo, Jisung en cambio estaba temblando y llorando sin parar. —Y tu, te has portado tan mal fenómeno –Mencionó acercándose a acariciar suavemente el brazo del menor. —Sigues oliendo igual de bien, Sunggie –Sonrió hacía él, mientras el menor temblaba de miedo.

—P-Por favor déjame. –Murmuró despacio. —No lastimes a Jeongin, él no tiene nada que ver contigo. –Continuó.

—Ven conmigo y tu amigo estará bien –Le susurró, el peliazul alzó la mirada y miró aquellos ojos que lo habían estado atormentando noche tras noche, miró a Jeongin quien estaba tratando de levantarse del golpe que había recibido, el peliazul le sonrió.

—Bien, l-lo haré –Murmuró tembloroso tratando de levantarse y acto seguido caer.

—Sigues siendo igual de débil –Gruñó el mayor para después levantarlo y cargarlo en su hombro. El pelinaranja volvió a reaccionar y comenzó a golpear la puerta y tocar el timbre insistentemente, al oír los pasos de  alguien acercarse al otro lado de la puerta, corrió detrás del hombre que se llevaba Jisung.

—¡SUÉLTALO! –Forcejeo con el hombre que lo triplicaba en tamaño, pero recibió un golpe que lo volvió a dejar en el suelo, se sintió impotente e inútil.

—SUELTA A JISUNG –Hablaron en unísono los gemelos, pero sin evitarlo el mayor ya lo había subido a un auto y comenzó a huir. Sam rápidamente se acercó a Jeongin y lo ayudó a levantarse, mientras el rubio corrió a la cochera.

—Es mi culpa –Habló ido el pelinaranja.

—Claro que no bebé, no es tu culpa –Le habló cariñosamente el pelinegro. Al oír salir el auto de su hermano giró a mirar rápidamente en dirección a la cochera. —Hyunjin, cuídate –Alcanzó a gritarle su hermano, recibiendo una media sonrisa en respuesta.

—CUIDA A JEONGIN, TE VA A NECESITAR –Le gritó en respuesta el rubio.

”No te dejaré ir dos veces Han Jisung, no puedo volver a perderte” –Pensó.

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SI QUERÍAN DRAMA AQUÍ HAY DRAMAA.
GRACIAS POR TODO EL APOYO QUE LE ESTAN DANDO A LOVE ME😭❣
Espero les guste el cap <3
Nos leemos en la próxima.
Con amor




–Lorely<3

𝕷𝖔𝖛𝖊 𝖒𝖊 {𝕸𝖎𝖓𝖘𝖚𝖓𝖌}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora