Capítulo 22

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—Esta bien que no te sientas seguro Hannie, pero debes hablar conmigo para que pueda ayudarte –Habló suavemente la pelinegra, el peliazul por su parte evadía mirar a los ojos de Mina.

—Yo –Suspiró pesadamente levantando la vista después de aquella larga hora que pasó callado —Estoy muy avergonzado, me da tanta vergüenza actuar así –La mujer frunció el ceño en señal de confusión, nunca había tenido a un paciente que se disculpara por un ataque de pánico.

—Jisung, no tienes que avergonzarte, son problemas por los que debes pasar para sanar –Sacó de su bolsillo un pequeño anillo de fantasía con 2 perlitas blancas —Esto es para tí, suena tonto pero, cuando sientas que el mundo se encoge úsalo, juega con las cuencas y eso te distraera por unos segundos hasta que puedas ir a un lugar más seguro. –Sonrió dulcemente.

—Gracias noona, enserio agradezco que use su tiempo en mí –Susurró sorbiendose la nariz.

—Hablemos de otras cosas mañana ¿Te parece bien? –Propusó esperando a ver la reacción del menor.

—¿Es grave lo que tengo? –Preguntó algo asustado.

—Claro que no cariño, te ayudaré a que te sientas mejor en todos los aspectos de tu vida ¿De acuerdo?

—De acuerdo  –Sonrió débilmente para seguidamente levantarse de la silla y salir del consultorio.

Sus ojos viajaron hacía dos cabelleras llamativas en aquel desolado pasillo, el rubio al percatarse de la presencia del menor levantó la mirada hacía él y sonrió dulcemente. Ambos mantenían la mirada fija en el otro, diciéndose todo lo que no podían con palabras.

Una cuarta persona hizo presencia en aquel pasillo, deteniendo drásticamente su camino, pues aquel cruce de miradas lo molestó de alguna manera, el peliazul desvío su mirada hacía aquél intruso y ahí lo vió, aquellos ojos suplicantes que amaba admirar, volviendo a fijarse en él, su torpe corazón bailó esperanzado de qué tal vez, solo tal vez, solo lo mirarían a él.

—Jisung –Pronunció apenas audible a oídos de los presentes pero, para Jisung fue lo contrario, su voz era lo único que podía escuchar con claridad.

—¿Cómo llegaste aquí? –Se levantó algo molesto Hyunjin, ignorando el hecho de que Jisung no apartaba la mirada del castaño.

—Felix me lo dijo –El susodicho apartó la mirada en cuanto sintió la molestia del rubio. —Vine a hablar con Jisung sobre algo que quedó a medias. –Habló seguido del suspiro de frustración del rubio. —Jisung ¿Podrías..?

—Bien –Musitó finalmente para caminar hacia afuera del consultorio, siendo seguido por el castaño.

Ambos pararon cuando sintieron que tenían la privacidad que necesitaban, la mirada dolida de Jisung chocó con la mirada de arrepentimiento del castaño.

—Jisung, sé que debí... –Fue interrumpido rápidamente por el menor.

—No, no debiste, no me debes nada Minho –Sonrió —No me debes protección, no me debes lealtad y sobre todo, no me debes amor –La primera lágrima salió a relucir en su mejilla derecha dejando un camino para las lágrimas que seguían después.

—Han Jisung, escuchame, si te debo protección, si te debo lealtad y claro que te debo amor, prometí no dejarte solo Sunggie y no lo haré, sé que me equivoqué, no te di el lugar que merecías y fui el peor novio que pudiera existir, lo lamento tanto, quiero enmendar mi error, mi Sunggie por favor, déjame amarte –Habló tomando suavemente la mano del contrario y mirándolo a los ojos, el peliazul dejó caer más lágrimas y aún con una sonrisa en su rostro apartó su mano de la del castaño.

𝕷𝖔𝖛𝖊 𝖒𝖊 {𝕸𝖎𝖓𝖘𝖚𝖓𝖌}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora