SCENARI; [Ill Ballo Della Vita] Tokyo Revengers.

- Escenario: Primera cita I

Primera cita.

Hakkai:

El silencio que había entre ambos lo tenía un tanto nervioso, no sabía si realmente aquel sitio te agradaba puesto que desde que habían llegado, no habías dicho nada. Quizá, Mitsuya tenía razón y esa cita sería un tanto apresurada, debió haber esperado un poco y así conocerse un poco más.

¿Cómo podía preguntarte? Sentía que si decía algo, las palabras saldrían en sílabas o se le quedarían atoradas en la garganta.

- Hakkai, te noto nervioso. -dijiste, volteando a verlo. Sus mejillas rojizas y sus ojos brillaban bajo la Luz de la luna. - ¿Pasa algo?

- Es la primera vez que salgo con alguien y siento que esto no te gusta.

- ¿Bromeas? - respondiste, tomando su mano, mientras dirigías tu mirada al frente, la pequeña manta sobre el césped y las cosas que contenían la cena esperaban por los dos, tomaste su mano y lo dirigiste hacia allí, tomando asiento. - ¿Lo hiciste tú?

- Taka-chan me ayudó un poco.

- Nunca nadie había hecho algo así por mí, lo valoro mucho.

Tomaste su mano una vez más, entrelazando sus dedos y sonriéndole a ojos cerrados. Aquel nerviosismo que sentía en un principio, se había disipado, la tranquilidad se había echo espacio a un lado suyo y se dedicó a disfrutar de aquella velada.

Hanma:

Para Hanma, pensar en una primera cita - teniendo en mente ese término -, le resultaba un dolor de cabeza difícil de sobrellevar, no era de primeras citas ni mucho menos estar pensando en que debía llevar las cosas a paso lento, pero cuando menciono frente a ti la palabra "cita" y vio tus ojos brillar con ilusión, no supo cómo hacerte entender que era un mal entendido.

No sabía que hacer, para él llevarte a pasear en moto era la mejor definición para una primera cita, eso de cosas románticas no iban con su personalidad y eso lo sabías, aunque tenías la ilusión de que te llevaría a un sitio especial al finalizar la noche. Yendo en su moto, abrazada a su cintura con tu mejilla recostada en su espalda, sintiendo el frío viento nocturno chocar contra tu rostro, te sentiste especial. Al final, no imaginaste realmente que él se aparecería frente a la puerta de tu casa, aunque habías estado arreglada desde hace un buen rato.

Hanma era tosco, afianzandose a la adrenalina a un 100% y lo sabías desde el primer momento en que lo conociste, no tenía preocupación por nadie más y Kisaki te lo había advertido un montón de veces que ya hasta habías perdido la cuenta, por lo que esperar que te llevará a un sitio especial debía salir de tu mente y solo te dedicaste a aprovechar ese paseo en moto que hizo por la ciudad. Se detuvo en el parque donde se vieron por primera vez cuando Kisaki te llevo consigo con la idea de crear una pandilla.