Ahora no sólo comparten habitación, también el cuidado de un niño de dos años.
Jungkook y Yugyeom, totalmente desconocidos y diferentes, uno hetero y mujeriego, uno homosexual y con un sentido fuerte de la responsabilidad, nunca pensaron que termina...
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Yugyeom lloraba sin saber que hacer, Eunwoo estaba enfermo, con fiebre, dolor de estómago y vómito.
Cómo le había recomendado el doctor preparó la tina para darle un baño de agua fría y bajar su fiebre, eso sólo hizo que recordara a Jungkook, él había sido dulce y siempre supo que hacer.
Eunwoo lloró cuando lo sumergió.
—No appa no, no quelo, fio hace fio— le decía alzando sus bracitos y pataleando— appa.
Se dejó caer en el suelo abrazando al niño sin importar mojarse.
—Perdón, no puedo ser un buen padre para ti— le dijo tratando de calmar su llanto, tratando de que su hijo no viera su lamentable apariencia.
—Appa— Eunwoo le abrazó y le beso en la mejilla— te quelo appa, te quelo.
—Y yo a ti bebé— le dijo y beso su frente— te quiero más que a mi propia vida.
—Appa, extraño a Kookie.
—Yo igual, lo encontraré, te lo juro él regresará con nosotros.
Sacó al niño de la tina y lo acostó en la cama, él timbre sonó y nervioso fue a abrir, tal vez solo tal vez, era Jungkook.
Yeridia estaba afuera, no se veía contenta.
La dejo pasar y encendió su teléfono, tal vez sí grababa su chantaje tendría una ventaja.
—¿Qué es esto Yugyeom?— le dijo apretando un papel en su mano.
—Amma— Eunwoo enfermo como estaba la vió desde la habitación de Yugyeom—amma— lloró y caminó hasta ella tambaleándose— ¡Kookie no eta!
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