Ahora no sólo comparten habitación, también el cuidado de un niño de dos años.
Jungkook y Yugyeom, totalmente desconocidos y diferentes, uno hetero y mujeriego, uno homosexual y con un sentido fuerte de la responsabilidad, nunca pensaron que termina...
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—¡Una, dos, tres!— gritó Yugyeom e hizo ondear la cobija junto con Jungkook, entonces Eunwoo se alzó por los aires sonriendo amenamente.
Los tres sonreían mientras jugaban a lanzar al niño por los aires para que cayera en la cobija.
—¡Uno, dos, tres!, ¡Arriba!— gritó está vez Jungkook agradeciendo que el techo era lo suficientemente alto.
—Otla vez— gritó Eunwoo.
—¡Una, dos, tres!— gritaron ambos.
Entre risas se dejaron caer después de un rato de estar jugando en la cama.
—¿Deberíamos madurar?— preguntó Jungkook.
—Nah, madurar es aburrido— le respondió el pelinegro— deberíamos pedir pizza.
—Sólo si es de peperoni.
Yugyeom asintió levantándose de la cama y miró un rato a Eunwoo descansando en el pecho de Jungkook.
—Pensé que sería más difícil pero gracias a ti creo que puedo lograrlo— le dijo y le dió un beso en la mejilla— Gracias.
Jungkook lanzo un suspiro largo cuando Yugyeom salió de la habitación.
—¿Que te he dicho sobre enamorarte de los heteros Jungkook— se reprendió así mismo — ¿Tu que dices Eunwoo?— le preguntó pero el niño no logró comprenderlo y sólo sonrió.
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