final

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— tsumu —

el rubio estaba picando algunas verduras, cuando escucho el llamado que le hacía la mandarina.

— que pasó amor? — continuaba concentrado, al no escuchar respuesta por parte de hinata, decidió ir a ver loo que estaba ocurriendo, pero al voltearse, lo tenia ahí, detrás suyo, pero ahora estaba de frente..
— necesitas algo? — le pregunto, sin embargo, hinata se acercó más a él, y con una de sus manos, comenzaba a acariciar el pecho del rubio, causándole un poco de tensión.
— tienes hambre? — intento cambiar el ambiente, y hinata asintió,.
pero con una seña le dijo que bajara un poco su cabeza, que le diría algo.

y cuando lo tenía  a su misma altura le susurro.

— desde hace un tiempo quiero comerte —

un escalofrío recorrió el cuerpo de atsumu, tratando de disimular lo bien que le hizo escuchar eso, se alejo un poco cruzandose de brazos.

— dijiste que no harías nada hasta que yo quisiera — hinata miró hacia abajo.

— acaso no quieres? — señaló la parte inferior del cuerpo de atsumu.
estaba grande.
de hecho nunca habían tenido sexo,a pesar de estar durmiendo juntos y conviviendo la mayor parte del tiempo, hinata pensó que ya era tiempo.

— shoyo... Solo han pasado unas semanas y tu...

quedó en silencio cuando miro a hinata quitándose la camisa, el pequeño cuerpo seguía igual de hermoso que la primera vez, estaba chiquito, blanco, y disponible para el.

— esta bien si no quieres, pero... no me puedes negar unos besos, verdad? — atsumu lo sentía,esa mirada, esa sonrisa, si accedía seria su fin, estaba consiente  que escucharlo antes, le había exitado,verlo semidesnudo aumento el nivel, pero... si permitía que lo besara, sabía que terminarían en cualquier sitio teniendo sexo.

— aún estoy preparando la comida.

— uh? Solo son un par, no te tomara mucho tiempo, puedes continuar después — volvió a acercarse, está vez, pasando sus manos por detrás del cuello  de atsumu.
— vamos tsumu.... bésame — rozó sus labios con los contrarios, esperando la correspondencia.

— shoyo.... sabes que si lo hago, va a terminar mal...

— estoy esperando —.

— esto no terminará hoy —se quejo soltando un suspiro, luego de eso hinata comenzó a reír, dando un salto y entrelazando sus piernas en la cintura de atsumu, el rubio lo sostuvo fuerte para que no se caera y así dejó la comida a un lado y se lo llevó a la habitación.

besando sus labios como si no hubiera un mañana, hinata continuaba, cada vez más rápido, atsumu a penas podía seguirle el ritmo, pero en un desliz de besos, atsumu mordió el labio inferior de hinata, haciéndolo parar.

— no es bueno comer tu comida muy rápido, podrías atragantarte — le dijo lanzandolo a la cama, hinata se acomodo mejor, ezbozando una sonrisa mientras tocaba sus propios  labios.

— eso es porque tengo mucha hambre. — coqueteo con el.

había estado esperando por esto de hace mucho tiempo, desde la primera vez que lo vio, e incluso cuando lo tuvo a su disposición, gracias a su rechazo, sus sentimientos comenzaron a mostrarse, la intriga, el querer, muchas emociones comenzaron a fluir gracias a atsumu.
mordió sus labios cuando lo miró quitarse la camisa, que cuerpo tan bien trabajado.
esperaba ansioso la hora de tenerlo por completo.

gateo hasta el, volviendo a besarlo, introduciendo su lengua, luego bajando por su cuello dejando marcas de de chupetones, bajando hasta su pecho, mordiendo la sensibilidad de aquellos de color rosa.

seducciónes del escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora