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Capítulo XVIII: "Eterno resplandor de una mente maliciosa"

−  Noooooooo – Gruño Grace escuchando el horrible despertador de su mesita de noche, sonido de un día nuevo de rutina.

   Se movió un poco para poder apagar la alarma y al hacerlo sintió un frio horrible por su brazo, la apagó rápidamente y se tapó nuevamente con las suaves sábanas de su cama, parecía un pollito entumecido, al parecer en Londres hacia un frio espantoso, y con el sueño que tenía y su resaca por el vino (Bastante raro en ella) fue lo suficiente para cerrar los ojos unos segundos…

   Grace caminaba vistiendo su abrigo color crema favorito, su cabello arreglado junto con un vestido, se veía la ciudad de Londres, llena de luces y bella como siempre, en un momento alguien tomo su mano, ella levanto su vista y vio a Jonathan con un abrigo color azul mar, guantes negros, un sombrero marrón y unos pantalones que le quedaban demasiado bien, este le sonrió y la acerco hasta él como si se tratara de una coreografía de algún baile sensual, le acaricio la mejilla con sus manos enguantadas, Grace, que disfrutaba el momento le sonreír esperando el anhelado beso…

−  Amada mía – dijo él mirándola a los ojos.

−  Toda tuya –dijo Grace.

   Jonathan bajo su vista a los labios pintados de rojo de Grace, esta le abrazaba, Jonathan la inclino un poco para poder tener el ángulo perfecto y.

−  NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO – Grito Grace, sintió su celular sonar, con un ojo semi-cerrado chequeo la llamada, era Kelly…

−  ¿Kelly? – dijo con sueño.

−  Grace, ¿Dónde diablos estás? 

−  ¿Por qué me tratas así?… ¿Qué hora es? – dijo ella estirándose.

−  Son las 9:30 querida.

   Ni se contaron tres segundos para que Grace se levantara de su cama, se lavara los dientes, se peinara un poco, se vistiera y saliera corriendo a la empresa, tomo un taxi, y llego a las 10… excelente para ser mitad de semana.

   Al caminar por los pasillos para llegar a la sala de correspondencia no levanto la vista así  nadie la viera llegar, y al llegar al piso de su sala se quedó petrificada con lo que vio…

−   Si, y el tipo de la tienda no me creía que era yo la que había pedido… − Kelly se detuvo al ver a Grace parada como idiota en la entrada de la sala, Steve se giró para verla y Hoffman… también lo hizo para sonreírle a pesar de su hora de llegada.

−  Ammm… Señor Hoffman− fue lo único que pudo decir Grace sin dejar de mirarlo.

−  Deja de decirle así, total todos en esta sala ya sabemos lo que sucede entre ustedes – dijo 

−  Mi intención era venir a verte pero como no habías llegado aún me quede hablando aquí con ellos− dijo Jonathan, le abrió su mano y Grace la tomo.