K

27 7 20
                                    

El otro día una amiga me recordó
Lo emocionada que yo hablaba de ti;
Sentí un poco de nostalgia y decepción,
Porque resulta que no eras todo lo que presumí.

Al principio parecías todo un caballero,
Siempre ahí para ofrecer apoyo.
Eras todo lo que yo le pedía a otro,
Pero con uno o varios trastornos.

Fue fácil que tu rostro se grabara en mi mente,
Fue difícil intentar entablar una conversación,
Fue sencillo para ti verme cuando se levantó mi suéter,
Fue complicado que escucharas rumores de un oído equivocado.

Tenías una personalidad tan inocente,
Para tener esa edad, era sorprendente.
Las mejores ideas sugeriste,
Y parecía resultarte emocionante.

Tú prometiste que me ayudarías a practicar,
Para ir a un torneo juntos en otra ciudad.
Me emocionaba aunque casi no lo expresaba,
Pensar en el futuro y en una posible oportunidad.

Lamentablemente,
otro rumbo decidí tomar;
Dejé amistades,
pero a ti nunca te quise olvidar.

Me tratabas como si fuera de cristal;
Me agradaba,
pero no necesitaba ser rescatada.
Y no lo valoré lo suficiente hasta que marcaste el final.

Por mucho tiempo pensé que la villana fue tu novia,
Pero tú fuiste quien ocultó su existencia en primer lugar;
Y es fácil siempre culpar a los demás;
Por lo menos, a ti se te hizo sencillo llamarla "loca".

Y, por lo que logro comprender,
Tú no sufriste en la manera que yo lo hice.
Tú no te preguntaste cada noche qué error cometiste,
Ni te hundiste en la incertidumbre.

No lo entiendo, creí que yo era especial.
Porque cuando ganabas una partida
Inmediatamente acudías a mi chat.
Y cuando estabas cansado, seguías contestando.
Y, aunque nunca se cumplió nada,
Las promesas no hicieron falta.
¡Agh!, y tu risa en los audios que mandabas.

Ahora veo que han pasado casi dos años.
Desde aquel 12 de agosto,
Cuando me hice un tratamiento en el cabello,
Mandaste los últimos mensajes,
Y prometí no llorar
solo porque tenía mi alasiado permanente.

Recientemente estuviste presente en mis sueños.
No recuerdo exactamente qué pasó allí,
Pero desde entonces no he dejado de pensar en ti,
En lo triste que me hiciste sentir;
Da cringe.

Ya casi no te guardo rencor
Y, aunque no me lo hayas pedido,
Acepto tu perdón.

Inner VoicesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora