Árbol IV

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¿Quién es el débil?
¿Y por qué te lo preguntas?
Y, ¿no es mejor estar satisfecho?
Pues eso es lo que intento al vaciar pensamientos,
al fracasar en escribir una buena reflexión
con estrofas que riman sus versos.

Mejor aquí termino mis autoconsuelos,
mis diarios autoconsejos,
para seguirme exigiendo:
"es amor propio" mintiendo.

aunque inconscientemente sigo buscando una conclusión,
un cierre que creí haber tenido,
pero que no va en este renglón,
sino que ha cambiado desde que la primera idea surgió,
ha evolucionado a través de cada verso
y se han rebelado mis dedos al permitirme escribir lo que siento,
o lo que sea que formulo con mi humilde intelecto,
mi pequeña cosmovisión de un infinito universo.

¿Quién comprende mis letras?
si me desvío con cada coma,
pienso en ideas y las olvidó,
así que escribo lo que queda.

Pero estas ochocientas -y contando- palabras
¿qué parte de mí reflejan?
¿qué personalidad dejan descubierta?
Porque a decir verdad, no siempre estoy insatisfecha.

Tal vez callar es otorgar,
te otorgas la felicidad y te condenas,
o le otorgas la autoridad y te lamentas.

Si te callas, cierras la boca,
no dejas que salga, te ahogas.
Y resistiendo los labios, no te salvas,
eres tan culpable como la marea de las olas.

Al dejar morir las hojas que te comprenden,
que tienen el secreto para sentirte libre,
la razón por la que podrías irte
y la esperanza de que algún día todo se alinee.

Y se sienta tan calmado,
Como ese árbol con sus frutos colgando,
Reposando y el aire refrescando.
Quizá así siempre estuvo planeado.

Bailando a tres tiempos,
no tambaleando ni hiriendo tus dedos;
fresco, sereno, luciendo sencillo y perfecto,
porque ir a tu propio ritmo es lo correcto,
y siempre te lleva al mejor puesto.

Plantarás árboles con flores de ensueño,
recogerás sus frutas, buscando el mejor provecho.
Algún día, cuando de algún modo hayas logrado sentirte pleno,
Y nos contarás los verdaderos y efectivos secretos.

No lo de siempre,
no palabras vanas sin empatía,
sino algo más consciente
de que la vida no es tan sencilla.

Y menos cuando la mente es subjetiva,
Con cada acción alrededor se estimula:
Libera hormonas, libera energía,
Emociones que merecen ser escritas.

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