Divergencia / Satoru Gojo

Caos

— Rai... ¿Eres tu verdad? —dijo Masamichi con la voz entrecortada en el teléfono — Por favor solo dime dónde estás y si te encuentras bien...

Después de unos minutos de silencio la otra persona en la línea respondió.

— Padre...

— ¡Por favor! ¡Dime que estás bien! ¡Porque desapareciste sin decir nada! ¡Rai!

— Ya no estoy en Japón... No puedo volver... Me acabo de enterar que los altos mandos han ordenado mi captura... Satoru... Satoru ya no está... Yo... — Rai volvió a callar nuevamente— Tengo miedo, pero no por mí...

— Hija...

— Ya no soy sólo yo, padre...

— ¿Qué sucede, Rai?

— Estoy embarazada —el silencio volvió a la línea— El padre de este bebé... Es Satoru... —dijo Rai, Masamichi secó el sudor de su frente y se aclaró la garganta.

— Satoru... — el mayor estaba procesando la noticia.

— Este niño que espero pertenece a uno de los tres grandes clanes; el Clan Gojo, no sé que clase de hechizo manifestará, pero estoy segura que estará en la mira de los peces gordos, y podrían arrebatarmelo de mi lado para sus fines.

— Manipularían a Satoru si fuese liberado de la prisión confinadora con esa excusa —dijo Masamichi con pesar.

— No puedo permitir que eso pase... No puedo volver hasta que sea seguro para nosotros, nadie debe saber dónde estoy... Yo... —empezó a calmar su sollozo.

— Rai, esta será la última vez que hablemos. —dijo Masamichi— Aunque fue inesperada tu llamada, me alegra saber que estás bien.

— ¡¿Padre de que estás diciendo?! —dijo Rai confundida.

— Los Altos Mandos de la  Hechicería han ordenado mi ejecución inmediata por ser un perpetrador en lo ocurrido en Shibuya —dijo serio.

— ¡No! ¡Dime que no es cierto! —dijo entre lágrimas mientras presionaba el teléfono.

— Qué daría por ver tu rostro nuevamente; de conocer el rostro de mi nieto... Así que Satoru... —suspiró y rio— Estoy seguro que si lo tuviera aquí, le daría una de mis mejores "disciplina" —el hombre empezó a reír con tristeza, mientras era escuchado por la joven.

— ¡Huye de ahí! ¡Estoy protegida por una tribu de chamanes en Marruecos! ¡Ven conmigo, padre! ¡Por favor! ¡Aquí estaremos seguros por un tiempo! —gritaba de impotencia.

— No quiero saber tu ubicación, ya no puedo, ya es tarde para mí, ... Ahora mismo estoy rodeado. —dijo Masamichi.

— ¡Padre!

— Nadie sabrá donde estás... Tu padre te protegerá... Tú y Panda serán mi último pensamiento hasta mi último aliento vida. Adiós, Rai, no me arrepiento de nada. —dicho esto corto la llamada y destruyó el celular con energía maldita.

??? : ¿Adónde crees que vas sin entregar los cuerpos malditos y el paradero de tu hija, Director Yaga? —un hechicero de grado 1 apareció ante Masamichi.

— ¡NO ENTREGARÉ A MIS HIJOS! —dijo Yaga.