Una Oferta Que No Puedes Rechazar

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Estando en su antigua habitación, se avergonzaba de ella misma por haber actuado de esa forma. Se culpaba a si misma por tener esos sentimientos.

"Él y yo no éramos nada, tal vez no debí reaccionar de esa forma..."

"Tal vez debería pedirle disculpas... Después de todo él me dejó quedarme en su casa..."

En eso su celular comenzó a sonar.

Cuando vio el nombre en la pantalla entró en pánico.

— ¡Es él! ¡Qué voy a hacer!—pensó brevemente hasta que se le ocurrió una idea— ¡Hola, Satoru! —contestó la llamada.

— ¿Rai? ¿Dónde estás? ¿Estás bien? Yo necesito... —antes que pudiera terminar su oración lo interrumpió.

— ¡Todo está bien! ¡Creí que ya era momento de irme de tu casa! ¡Hablé con mi padre y a partir de mañana me reintegraré a la escuela! —fingió entusiasmo.

— Rai, yo quiero disculparme por lo que viste en mi oficina —nuevamente lo interrumpió.

— ¡No! ¡Disculpame tú, no debí invadir tu privacidad! ¡Debo tocar la puerta! —dijo Rai .

— Pero...

— Gracias por lo que hiciste por mi en estos meses, Satoru —dijo con un tono  alegre.

— Tenía que hacer algo para ayudarte a regresar. Yo siempre te vi como una hermana pequeña—aquellas palabras terminaron por romperle el corazón.

— Debo irme, el director me está llamando. Tal vez no veamos en la escuela, uno de estos días.

Rapidamente cortó la llamada.

Sentía un nudo en la garganta.

Y así transcurrieron las semanas hasta convertirse en meses, ella al fin se había reintegrado a la escuela de hechicería, y había subido de grado a hechicero de primera clase.

Durante todo ese tiempo, estaba bajo el cargo de Utahime, quien le ayudo a perfeccionar el precisión de su energía maldita. Mientras que a toda costa, trataba de evadir a Gojo en cualquier situación; ya fuese en la escuela, y en las reuniones.

Hasta que un día se le apareció una misteriosa joven de cabellos rubios.


— ¿Por qué una chica tan bonita esta triste? ¿Acaso rompiste con tu novio? —dijo la mujer en un tono amigable.

Al escucharla, sintió un cosquilleo por todo su cuerpo, era como una chispa. Aquella voz rebozaba de alegría y un gran espíritu.

— No tengo novio —dijo apenada, viéndola de pie a cabeza. Era una belleza.

— ¡Oh! ¡Ya lo tengo! ¡Un amor no correspondido! ¡Eso constantemente afligen a las chicas bonitas como tú y yo! —dijo riendo.

— No he tenido el gusto de conocerte—dijo Raí con una sonrisa tímida.

— Yuki Tsukumo, mucho gusto. —al ver la cara de sorpresa de la joven, se echó a reír.

— ¡Tú eres la hechicera de grado especial!—dijo asombrada.

— ¡Me gusta como suena eso! ¿Qué más dicen de mi?

— No mucho, solo que eres  la única hechicera de grado especial. Mi padre piensa que eres una perezosa que odia trabajar, y se la vive viajando... —el semblante de Yuki se oscureció.

— ¡Si eso siempre dicen! —dijo Yuki tratando de olvidar— Así que tu eres la hija de Yaga... ¡Nunca pensé que el director estuviese casado! ¡Y además... No se parecen físicamente! —dijo Yuki empezando a reír.

Divergencia / Satoru Gojo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora