Commander and Princess (Traducido al español)

Capitulo 35

POV Lexa.

Lexa y su ejército llegaron a Polis al anochecer, la comandante ingresó a la ciudad ante los gritos emocionados de la gente que la esperaba, familias que esperaban a sus seres queridos, todo un pueblo que la esperaba. Iba montada en un caballo, su postura erguida, su atención centrada en el camino, pero ocasionalmente saludaba a las personas que gritaban su título. Era consciente de las miradas descontentas y suspicaces en la nuca, pero ahora que Nadia estaba muerta y había regresado a casa con la mayoría de sus hombres y una firme alianza con los que venían del cielo, las cosas mejorarían.

Boda. La idea era demasiado loca incluso para Lexa, pero ella lo veía como un deber, y un deber que entendía. Lo complicado es que no fue solo un matrimonio político, sino un matrimonio político con la mujer que amaba. Sus sentimientos eran correctos y la comandante estaba cada vez más convencida de que solo aumentarían. Un matrimonio con esa mujer haría las cosas íntimas y buenas, Clarke es la mujer que tenía a Lexa en la palma de su mano. La única capaz de cambiar la opinión de la comandante o convencerla de que sea piadosa, y eso podría ser un problema si los ancianos lo supieran. Por otro lado, no sería tan arriesgado, la morena sabía por qué eligieron a la chica en particular, Clarke era la comandante de la muerte, la mujer que destruyó la montaña sola, hizo lo que Lexa no pudo hacer y entonces ella detuvo un poder que, junto con el de Heda, solo las haría más fuertes y más temidas. Ser temido y respetado eran las cosas más importantes en este nuevo mundo.

La mujer volvió a la realidad cuando su caballo se detuvo.

- Heda. - Titus saludó con reverencia mientras se ofrecía a ayudar a la mujer a saltar del caballo.

Lexa aceptó y lo saludó con un asentimiento, sabiendo que el hombre estaba esperando actualizaciones para llevar a los ancianos, pero incluso la comandante necesitaba descansar de vez en cuando. Miró a su alrededor y trató de organizar sus pensamientos sobre lo que debía hacerse con mayor urgencia.

- Indra. - Llamó a la guerrera que siempre estaba cerca.

- Comandante. - saludó respetuosamente la mujer.

- Liberen a todos, descansen. - Se dirigió a Ryder - ¿Alguna víctima durante el viaje?

El hombre negó con la cabeza y Lexa contuvo un suspiro, Clarke había hecho un buen trabajo ayudando a los heridos en Arkadia.

- Avíseme de cualquier cambio. - Se volvió para entrar en el enorme edificio con Titus pisándole los talones. - Titus, quiero una reunión con los embajadores lo antes posible y llevar la información a los mayores: tendremos un sindicato.

Lexa no necesitaba mirar atrás para saber que el hombre tenía una expresión de desaprobación, no era ningún secreto que no le gustaba Clarke con ella y que no estaba en lo más mínimo a favor de este partido. Pero ni siquiera el Guardián de la llama cuestiona a los ancianos.

- Sí, Heda. - dijo el hombre con su siempre reverente voz - ¿Debo enviar a alguien a Azgeda? Ahora que la reina está muerta ...

- No, la reina anterior tuvo un hijo que fue desterrado, tomé la orden de destierro y él será el nuevo rey. - respondió Lexa sin dejar de caminar, la mujer tenía prisa por llegar pronto a su habitación, no más deberes por un día. - ¿Algo más?

- Bien - el hombre reconoció el cansancio de su Heda y se retiró - Lila te espera en el salón del trono.

Lexa dejó de caminar y giró sobre sus talones tan rápido que el hombre tuvo que detenerse abruptamente si no quería chocar con ella, sin otra palabra ya estaba caminando hacia la sala del trono, dejando atrás al guardián.

Lila. La profecía.

Con todo lo que pasó, la comandante incluso se olvidó de la visión que había tenido la mujer, tal vez fue algo bueno ya que estaba de vuelta con vida.