Capitulo 10

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En Konoha la situación se había calmado, todos los demonios desaparecieron de un segundo para otro. Es en este contexto cuando informaron a Kakashi del secuestro de Naruto en el hospital.

Rapidamente, el Hokage se puso en contacto con Sasuke para encomendarle la busqueda de nuestro protagonista rubio.

De inmediato, el Uchiha rastreó el chakra de Naruto, para luego trasladarse hasta la ubicación del susodicho.

Sasuke estaba preparado para caer directamente en una trampa. Pero se llevaría una gran sorpresa, cuando se percató que en la zona no habia ni un enemigo, simplemente se encontraba Naruto tirado en el suelo.

Preocupado por su amigo, el Uchiha se acercó a ver su estado de salud. A simple vista, el Uzumaki no tenía heridas graves, pero nuestro protagonista rubio tenía una mirada bastante desanimada, que reflejaba el enorme dolor que cargaba en su interior.

Sin indagar en detalles, Sasuke cargó a Naruto en sus hombros para luego abrir un vortex dimensional.  Al llegar a Konoha, el Uzumaki comentó todo lo sucedido directamente al Hokage. El semblante serio en el rostro de Kakashi demostraba lo desconcertado que estaban los ninjas en esta situación.

No tenían más remedio que dirigirse de inmediato al Reino del Trebol, para llevar a cabo una reunión de emergencia. Pero los magos también tenían sus propios problemas...

Los Capitanes junto con el Rey Mago estaban intentando lidiar con las consecuencias de un ataque reciente de la Triada Oscura a las diferentes órdenes de caballeros mágicos.

Con dos Capitanes capturados y el lider de la Triada Oscura recientemente liberado, el Rey Mago tendría que pensar la mejor estrategia para hacer frente a los próximos eventos.

Es en este escenario, cuando un vortex dimensional aparecería en el salón de reuniones.

—Que sorpresa, justamente estábamos a punto de contactarlos.— Dijo Julius, al apreciar la entrada del Hokage junto con Naruto y Sasuke.

—Tenemos problemas.— Afirmó seriamente Kakashi, sin ningún tipo de preámbulo.

De esta manera, el Sexto Hokage comenzó a relatar todos los hechos que sucedieron. Con la esperanza de obtener una solución para la situación de Hinata. Pero lamentablemente, el Rey Mago se mantuvo callado, rompiendo completamente las ilusiones de los ninjas.

Por si no fuera poco, el Capitan de las Aguilas Plateadas decidió intervenir en la conversación, aumentando la tensión en el ambiente.

—Recomiendo que la matemos, no podemos arriesgarnos a que Lucifer renazca en este mundo.—Esta fria frase emitida por el mago llamado Nozel, provocó la furia de nuestro protagonista rubio.

Inmediatamente, Naruto activó su modo Kurama, para luego impulsarse de un salto hasta el Capitan, otorgándole un fuerte puñetazo que destruiría gran parte de la pared.

—Si vuelves a decir una cosa así...el que morirá serás tu.—Amenazó el Uzumaki, mirando fijamente a los ojos del sujeto.

—Maldito ninja, te mostraré cual es tu lugar.—El Capitan de las Mantis estaba decidido en atacar a nuestro protagonista rubio por la espalda, pero la intervención de cierta persona impediría dicha acción.

—Ni se te ocurra mover un solo dedo...—Advirtió Sasuke, mientras apoyaba su katana en la garganta de Jack.

Seguidamente, el resto de los Capitanes se tomarían como una ofensa este tipo de comportamiento, por lo tanto se pondrían de pie, dispuestos a luchar contra los ninjas de Konoha. Sasuke le resto importancia a todo esto, y  mantuvo su mirada inexpresiva, preparado para el inminente combate que estaba a punto de suceder.

Cada segundo que pasaba, aumentaba la tensión en el ambiente. Tanto Kakashi como el Rey Mago suspiraban con fuerzas, realmente toda situación era estresante para ellos.

—¡De acuerdo! ¡Fue suficiente!—Indicó el Hokage, a la vez que depositaba su mano en el hombro de Naruto, para intentar calmarlo.

—No pienso permitir este tipo de discusiones con nuestros aliados.—Las palabras de Julius se dirigieron exclusivamente a los Capitanes, quienes luego de escuchar esta orden, volvieron a sus respectivos lugares.

Pero era bastante difícil retomar el rumbo de la reunión con normalidad, teniendo en cuenta el reciente altercado.

—Vaya...quien hubiera dicho que los ninjas serían tan escandalosos.—Afirmó irónicamente un sujeto misterioso al ingresar por la puerta.

Tanto Naruto como Sasuke depositaron una mirada fulminante en el rostro del sujeto, haciendo notar que no les gustó para nada su comentario.

—Ohhh...parece que quieren matarme con sus ojos. Debo admitir, que ustedes ya me caen bien.—El mago cuya identidad desconocemos, volvió a dirigirse con mucha ironía hacia los shinobis.

—¿Quién demonios eres tu? —Preguntó Sasuke con su sharingan activado.

—Es el Vice-Capitan de los Toros Negros, se encontraba infiltrado dentro del Reino de la Pica. Ha pasado tiempo Nacht, dime...¿lograste conseguir descubrir como podemos vencerlos?—Consultó el Rey Mago, interviniendo rápidamente para calmar las aguas.

—Debo decir, que nuestros enemigos son muy poderosos.  Pero con la ayuda de los shinobis, podríamos vencerlos con un ataque sorpresa en simultaneo a todos los lideres enemigos. Para anular el ritual del árbol del inframundo, simplemente tenemos que matar a toda la Triada Oscura. Aunque veo que ese no es el interés de aquel sujeto.—Nacht hizo referencia directamente hacia Naruto, quien por supuesto no se sintió aludido y por esa razón se acercó hasta la posición del ViceCapitan de los Toros Negros.

—Quiero ayudarlos, pero si lo hago, eso significa que una persona valiosa para mí tiene que morir. Lo siento, no puedo quedarme de brazos cruzados y aceptarlo.—El Uzumaki se negó, dejando en claro su punto de vista al respecto. Nuestro protagonista rubio no estaba dispuesto a dejar torcer su brazo, con tal de salvar a su amada el haría lo que fuera necesario.

Antes de que Nacht pudiera dar una respuesta. Un mago muy conocido por todos, aparecería a través de la ventana de la habitación. Una entrada sorpresa, muy característica de su personalidad.

—¡Vamos a salvarlos a todos! Al Capitan Yami, a Hinata y a todo el mundo!—Afirmó Asta con mucha determinación mientras se mantenía de pie en el marco de la ventana.

—Tengo un plan, es arriesgado, pero si hacemos esto nadie tendrá que morir.—Indicó el ViceCapitan de los Toros Negros, complementando de esta manera la afirmación hecha por Asta.

Todos los presentes en el salón, observaron de inmediato a nuestro protagonista rubio, esperando una respuesta del susodicho.

—Vamos a demostrarles, que se metieron con las personas equivocadas.—Dijo Naruto con una gran sonrisa, para después acercarse a Asta y chocar su puño con el. 

De esta manera, ninjas y magos se unirían con el fin de afrontar juntos la guerra que se aproximaba, que promete ser la más sangrienta de todos los tiempos. 

Continuará...

Una Alianza MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora