Muero por un abrazo.
Pero, Dios mío, es a ti cariño mío a quien quiero acorralar con estos brazos tan hambrientos, con este corazón que desea, ruega, sentir a su igual, latiendo como una melodía agradable.
Es contigo con quien me urge fundirme.
Fundirme.
Muero por un abrazo.
Pero, Dios mío, es a ti cariño mío a quien quiero acorralar con estos brazos tan hambrientos, con este corazón que desea, ruega, sentir a su igual, latiendo como una melodía agradable.
Es contigo con quien me urge fundirme.