Tenía las esperanzas de que algún día regresarías y que mi vida fuese como antes, incluso deje las mariposas en mi estómago para que cuando regresaras ellas volvieran a vivir al igual que yo. Pero tuve que dejarlas ir, tenia que sacarlas de mí ser porque el nunca volvería.
Ellas pronto encontrarían donde revolotearse una vez mas pero no en mí. Las tuve que dejar en libertad y al liberarlas yo también fui libre. Me liberé de la tristeza y la depresión que me causo su abandono.
Me volví a enamorar y no necesite aquellas mariposas que alguna vez dejé libres, ellas intentaron regresar a mí pero no las dejé. Porque aquel hombre que hizo que volviera a sentirme viva trajo consigo unas hermosas mariposas, eran mas fuertes que las demás y eso me daba alivio, porque esta vez seré amada.