Yo era una de las rosas mas hermosas, mis pétalos mas rojos que la sangre, mis hojas verdes que me adornaban y mi olor que era distinto a las demás rosas. Todas las mañanas el sol me daba un poco de su luz y cuando llovía me sentía viva. Hasta que un día, porque todo es hasta un día. Llega alguien a admirarme. Por una semana se deleitó de mi belleza y mi peculiar olor, una mañana me arrancó de mis cimientos y me llevo con él, los dos primeros días eran maravillosos, luego mis pétalos comenzaron a caer y mis hojas se secaban, al tercer día mi peculiar olor desapareció, mis pétalos ya no eran mas rojas que la sangre y ya no sentía mis hojas. Me marchite, y aquella persona no podía hacer nada, me dejó morir y solo quedó el recuerdo de lo que antes era.