Fallé, volví a caerme, y no sé si valdrá la pena levantarme. Es que lo sabía pero pensaba que estaba vez el camino no sería tan rocoso. Ya han sido demasiadas caídas.
Tal vez me vuelva una con el suelo, tal vez ahí haga raíces, tal vez ahí florezca y tal vez allí sirva de algo.
Y si no será así, entonces nunca tuve nada que perder.