Te lo advertí Larruso, sin piedad

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Cuando me desperté tenía un dolor de cabeza de los fuertes, entonces alguien abrió la puerta, Halcón entro con una bandeja con comida, se sentó en la cama y me lo tendió

—Buenos días mi reina, primero desayuna y luego te la tomas-dijo mientras me daba una pastilla, en ese momento sonreí y él se inclinó para darme un beso, yo encantada se lo di

—Buenos días, con esto ya me has enamorado más lo sabías-después de que le dije eso, él me sonrió y me dio otro beso

—Soy un romántico ya lo sabes, por cierto tu padre sabía lo de la fiesta y eso no
-entonces abrí los ojos de par en par y empecé a buscar mi teléfono, él soltó una carcajada y me lo tendió

—Estaba debajo de tu precioso culo-en ese momento me sonrojé, ¿mi precioso culo?, joder

—Ahí gracias-lo desbloquee y vi que mi padre me había mandado un mensaje

"Daphne, supongo que estarás en casa de Halcón, Robby está en casa con Sam durmiendo la mona en tu cama, mándame un mensaje para saber que estás viva y por favor dime que no voy a ser abuelo"

Será tonto, ¿que coño hacia Sam en mi casa?, entonces le contesté

"Estoy viva y no, no vas a ser abuelo pesado"

Después de eso desayuné con Halcón, éramos perfectos el uno para el otro, nos gustaban las mismas cosas y incluso nos gustaba desayunar lo mismo, si estoy muy tonta, pero que le voy a hacer me he enamorado.

Cuando llegue a casa vi a señor Larusso salir con la pesada de su hija, bese a Halcón a modo de despida y  entre en casa

—Hola familia disfuncional, la mentirosa y la que no está embaraza está en casa-en ese momento vi la tele en el suelo y obviamente a mi padre y a Robby en el sofá pensativos
—¿Que coño a pasado aquí?-los dos se giraron a mirarme y me lo explicaron despacio para que no me alterara, después de que me lo explicaran resople y me fui a ducharme, ya me dolía demasiado la cabeza como para aguantar los problemas de la princesita rebelde.

Después de volver a dormir la mona, me levante para ir a el primer día de colegio, yupi, odiaba estos días, me puse un top blanco y unos vaqueros, para rematar la preciosa chaqueta de Cobra Kai que tenía, cuando salí de mi habitación busqué mis gafas de sol pero no las encontré.

—Toma enana, estaban en el baño-dijo Robby a mi espalda, cuando me giré él me miro con pena, yo agarre las gafas y fui a coger algo de la nevera
—Lo siento, vale me pase otra vez, pero somos hermanos joder, ya he arreglado más o menos las cosas con papá-en ese momento me giré y sonreí involuntariamente

—Me parece bien-me puse las gafas y mi padre apareció

—Venga os llevo al cole-dijo con ilusión, Robby y yo nos miramos sorprendidos, de pequeños soñábamos con este momento

—Vamos-dije, nos subimos al coche, cuando llegamos mi padre nos dio nuestras mochilas, después salimos del coche me giré a ver a mi hermano el cual estaba nervioso, rodé los ojos y hablé

—Tranquilo, te acostumbras, te lo enseñaría pero seguro que lo quiere hacer tu novia así que..., que pases un buen día
-dije mientras me ponía la mochila a la espalda

—Gracias enana, igualmente-después me dio un beso en la mejilla y entro, entonces alguien me agarró la cintura y me dio la vuelta, antes de que pudiera decir nada me beso

—Que guapa-dijo Halcón mientras me miraba de arriba a abajo

—Buenos días a ti también mi amor
-después le devolví el beso.

Los Reyes de Cobra Kai Donde viven las historias. Descúbrelo ahora