Three

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1 mes después.

Zhan había tenido unas semanas tan cambiantes como una montaña rusa.
Había días en que sus malestares reducían lo suficiente como para permitirle comer tranquilamente y salir a pasear con Yibo sin tener que volver al instante a casa.
Y otras tantas ocasiones se quedaba prácticamente pegado al inodoro, vaciando su doliente estómago y sin poder consumir absolutamente nada más que agua o té.

Era cansado pasar por éstos cambios abruptos entre sentirse bien y más tarde querer llorar por el dolor que le ocasionaba vomitar tan seguidamente.

Apenas habían entrado a la mitad del segundo mes, y los síntomas ya eran muy difíciles de soportar. Ni siquiera en Internet lograba hallar algo que explicara porque la estaba pasando tan mal con poco tiempo de gestación.

Su doctor también tenía dudas sobre ésto, pues no recordaba haber visto un paciente con tales malestares en ningún punto de su carrera. Sólo podía aconsejarle reposar mucho, comer ligero y resistir, pues le aseguró que al terminar el primer trimestre los síntomas bajarían al máximo.

No podía recetarle medicamentos para las náuseas o el dolor, pues podría dañar al feto. Así que por más preocupado que se sintiera respecto a Zhan, no había mucho que pudiera hacer por él.

-Me duele mucho el estómago Yibo... - dijo hecho bolita sobre la cama matrimonial.

-Lo sé cielo, pero sólo puedo darte té... - suspiró levemente acercándose a su esposo.

-¿Será que el bebé no me quiere? - formó un puchero.

-No digas eso Zhan-ge, recuerda que los primeros meses son los más feos. - se sentó a su lado, comenzando a acariciar el ondulado cabello castaño del mañor.

-Sí, pero no pensé que fueran tan malos. - se apegó más a la mano de Yibo.

-Tranquilo cariño, el doctor dijo que muy pronto terminará todo ésto.

-Eso espero, porque ya quiero comer normalmente. - suspiró antes de sonreír ligeramente.

A veces pensaba que el bebé que apenas crecía en su vientre lo detestaba, puesto que lo hacía sentir así de horrible. Luego aclaraba su mente y quitaba ésas ridículas ideas, la cosita que llevaba en su interior aún no podía siquiera sentir algo, por supuesto que no lo odiaba.

Sólo era eso, los peores meses del embarazo en todo su esplendor.

Al menos agradecía tener a un esposo atento y cuidadoso, quien se quedaba en casa más tiempo del que podía sólo para ayudarle a sentirse mejor. Que lo llevaba al sanitario cada vez que su estómago ya no lograba retener nada. Que le preparaba un té tras otro y lo abrazaba por horas hasta que los escalofríos pasaban.

Yibo hacía todo lo que estaba en sus manos para cuidar a Zhan, pues odiaba con su alma el verlo así de "enfermo". Tenía presente que valdría la pena al final de todo, y ambos sonreirían cuando su bebé llegara. Pero por ahora, se dedicaba casi las veinticuatro horas del día a entrar y salir de la habitación con una taza de liquido caliente y comidas ligeras para su esposo.

Zhan deseaba que la pesadilla del primer trimestre acabara ya, esperando que el siguiente fuera por lo menos más tranquilo y sencillo de sobrellevar.
Comenzaba a extrañar poder comer tanto como su hambre se lo permitiera, y no tener la preocupación de si podrá retenerlo o no.

Lo único que le ayudaba a quitar sus pensamientos de cansancio y hastío, era imaginar cómo sería la carita de su futuro hijo o hija. 
Intentar imaginar una pequeña sonrisa de brillante o una linda sonrisa de conejito le daba fuerzas para aguantar por varios meses más.

¿Baby? °┇YiZhanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora