Ayuda.

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♣♣♣ Ana♣♣♣

" Ana por hoy, ya terminamos la entrevista, en nuestra próxima sesión ya tendremos los resultados de la evaluación. Me encantaría que días antes de nuestra cita, te hicieras un hemograma completo, y los resultados los traigas al menos un día antes de vernos.”

— Ahhh, claro. Si, no hay problema. — le digo a la psicóloga a la que Bruno  me ha traído.

— Vas a estar bien, Ana. Todos tenemos etapas en las que es válido sentirnos así. Recuerda, no estás sola.— Ella se llama Gina. Es un mujer ya entrada en sus 50 años. Tiene el rostro amable y cálido. Me genera confianza para decir todo lo que tengo en el corazón.

Hoy nos concentramos en preguntas básicas de diagnóstico.

Tuve que platicarle el incidente de hace dos días. No estoy orgullosa de ello. En realidad me da mucha pena tener que hablarlo. Siento que no pude ganarle a mis emociones. Yo, que siempre estoy en control.

— Gracias. Estaré aquí el próximo martes.— me levanto de la silla color amarillo mostaza, lo único que quiero es irme.

En la sala de espera ya está Bruno,  esperándome. Sonrío al verlo.

No puedo creer que se preocupe tanto por mi y apenas nos conocemos. También tengo mucho pesar. Él me gusta mucho, me gusta más de lo que debería y me siento culpable de hacerlo. Debería también estar triste todo el tiempo, pero cuando estoy con él, pareciera que el dolor se va.

Se siente bien estar con él,  pero después, cuando se va, siento que no le lloro a mi bebé lo suficiente. ¿Hay algo malo conmigo? Tal vez soy una mala persona, tal vez seria una terrible mamá y por eso la vida me quitó a mi bebé.

— No pienses tanto — me dice. Reacciono cuando ya casi llegamos a su auto. — Distraerte es la mejor cura para no pensar. No eres mala persona por seguir adelante.

Tomo una bocanada de aire enorme. Sé que tiene razón, pero una parte de mi, me dice que me merezco todo esto.

El va manejando sobre la avenida concurrida, y al ver que no he hablado en todo el camino, veo su cabeza maquinar.

— ¿Te gustaría ver una película conmigo?— dice rápido. — tienes hasta que se ponga el verde para responder. — volteo a verlo y ve atento el camino.

— Quiero ver una película contigo. — respondo.

— Genial — contesta al mismo tiempo que el verde se pone y avanzamos sólo unos metros para ir lo unas pequeñas calles que nos llevan a un parque.

Estaciona el auto. Últimamente ha estado frío y nublado, por lo que nos abrigamos bien para salir.

A esta hora ya el sol se ha ocultado, por lo que las luces de este parque están encendidas. Comienzo a caminar por el sendero que nos lleva al interior del parque, pero en unos metros recorridos veo que Bruno no está a mi lado. Volteo hacia donde el auto está y el viene cargando niña pequeña maleta.

Cuando me alcanza, toma ni mano. — Ven, esto te va a gustar. Yo vine una vez a su función nocturna y desde entonces, vengo cada que puedo.

Su mano es cálida contra la mía que se está tornando fría por el ambiente. Y así, me lleva hasta un pequeño claro en el parque, donde hay un espacio con bancas, lonas y hay espacio para que te sientes en el suelo con banqueta.

Hay un lona que nos cubre a toda en caso de que pueda llover. También hay luces tenues al rededor. Se ve hermoso por decir poco.

— Sabía que te iba a gustar, Ana.— Bruno está viéndome directamente a la cara y después me atrae hacia él en un abrazo. — Esto te va a encantar.

En Donde La Felicidad Nos EsperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora