⚠Advertencia de contenido⚠ +18. Contiene situaciones sexuales explicitas y temas delicados de salud mental. Se recomienda discreción♣♣♣ Ana. ♣♣♣
Tengo dos meses asistiendo a terapia después del trabajo, vengo a ver a Gina y me quedo alrededor de 1 hora. Hasta el momento hemos hablado de aquel día, y como fue que perdí el control. Me ha dado bastantes buenos consejos. Aun me siento muy triste, hay veces en que no puedo dormir por estar pensando y pensando. En ocasiones me sigo culpando de todo.
— Ana, tienes depresión ansiosa. — me dice Gina casi iniciando la terapia. — usualmente te puedo decir el diagnóstico a la siguiente sesión, pero quise observarte un poco más, no creí que fuera el perfil correcto. Y aunque es una modalidad de depresión bastante fuerte; Ana, llegaste muy a tiempo para ser tratada. Te voy a administrar medicación, pero solo será por un periodo corto de tiempo, en lo que tu cuerpo se relaja. Te recomiendo tomarlos por la tarde, por que tienen un efecto sedante...
Me duele haber llegado hasta este punto, pero. Sé que es bastante necesario pasar por esto; es el proceso de sanar.
— Ana, ahora bien. Quiero que platiquemos un poco sobre tu proceso de duelo. — dice Gina. — Específicamente el de tú mamá. Quiero que me platiques el antes, durante y después.
Me siento un poco incómoda, la verdad, no suelo hablar de mi madre con nadie. Pero tengo que dejarlo ir, que ella pregunte es algo bueno, a veces no se como hablar de estos temas.
— No sé por donde empezar, para ser honesta. — estoy pensando como decirlo sin sentir que muero. — Yo... Estaba en la escuela. Ella me llamó unos 10 minutos antes de que la clase empezara y después de platicar, apagué el teléfono. Estaba algo molesta con ella por que había ido a trabajar enferma. Ella nunca faltaba a su trabajo, nunca llegaba tarde. — tomo un respiro. Creo que voy a llorar.
— ¿Qué pasó después, Ana?— pregunta Gina.
— No llegaba a casa, yo tenía horas en casa y ella no aparecía, yo por alguna razón, había olvidado prender mi teléfono, por lo que me tomó por sorpresa ver tantas llamadas perdidas. — Hay lágrimas en mis ojos, me siento con una roca enorme en el pecho.— Traté de llamar varias veces a su teléfono, pero no contestó. Hablé a su trabajo y ellos me dijeron que la habían mandado a descansar por que se veía muy enferma.
Hago una pausa. Necesito tomar agua, este bloqueo en mi garganta se hace cada vez más presente y siento que no puedo más que llorar, tomo la botella de agua delante de mi y tomo un largo trago. — Salí a buscarla. Tardé toda la noche, hasta que vi las noticias en internet. La mujer de la nota, se veía exactamente igual a mi madre. Corrí a la estación policiaca mas cercana. Me llevaron a un apartado en una morgue para que pusiese identificar el cuerpo. Mi mamá quedó muy mal herida, su cara golpeada y probablemente la quijada rota. Ahí mismo, llamé a todos los familiares que conocía, a todos los teléfonos que recordé. Nadie contestó. Solo algunos amigos del trabajo se mi mamá se presentaron. No hubo nadie en el velorio, nadie en su entierro. — Ya no puedo continuar más, no quiero decir nada más.
Es horrible acordarme de esto, pero al mismo tiempo fue liberador, por que la roca que sentía en el pecho se fue. Mis hombros ya no se sienten tan pesados.
— Entiendo Ana, pasaste por una experiencia traumática muy fuerte. — Gina toma mi mano. Se siente calidez humana en ella.— Obviamente aquí muchas personas te fallaron.
Gina fue muy comprensiva al escucharme, platique sobre el como tuve que hacerme cargo yo sola de todos los trámites y como nadie estuvo aunque sea para darme el pésame. También me dio palabras bastante atinadas sobre como no podemos cambiar las cosas que pasaron en ese momento. Pero como podemos aprender a perdonar. Además me ayudó con técnicas para dejar ir el pasado y también perdonar a la gente que en ese momento creí que me hicieron daño al dejarme sola.
Estoy poniendo todo de mi parte para que así sea. Estoy tratando de perdonar. Sólo que no se si sea capaz de perdonar a la persona que más me hirió. Hasta ahora no lo he confrontado, y la verdad es que no sé si algún día pueda verlo sin miedo, lo único que sé es que es la única persona a la que odio y le deseo todo lo malo.
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En Donde La Felicidad Nos Espera
RomansaTras un episodio traumante en su vida, Ana decide que no puede continuar así y recibe la ayuda que le proporcionan. Su meta es sanar y ser una mujer que pueda superar todo aquello que la ha atormentado. Bruno, está enamorado de Ana. Sabe que ella ne...