Escritos Luna Negra.

Traición.

Es hora de equilibrar cargas, tu que me traicionaste mereces todo lo malo que te pasé, yo que confié en ti merezco el sufrimiento de un cobarde, he decidido morir un poco con cada palabra, con cada letra, con cada suspiro y con cada momento en el que me he rendido. Mí vida no es un cuento de hadas con algunas caídas, mí vida es una constante lucha de poder entre mis ganas de salir adelante y las sombras que no me dejan continuar, las mismas sombras que son producto de la desconfianza, la misma que cada vez que salen me apuñala. Pero vamos, no puedes esperar que la gente no te falle cuando ni tú mismo te eres fiel.

Orgullo, honor, fidelidad, pasión, comprensión, confianza y no menos importante, amor. Todo eso no fue más que una estúpida ilusión, puesto que hoy nadie conoce algo de eso. La gente va por el mundo dando puñaladas sin remordimiento y aunque sea una frase que se puede usar de forma textual y obviamente está mal, ahora mismo la utilizo metafóricamente para explicar la deslealtad, tu que me traicionaste, corrijo, tu que nos traicionaste. Porque al engañarme a mí, solo lograste esconder una verdad en la que tarde o temprano te atraparía y por la cual las voces que decidí llamar sombras te matarían.

Será sencillo librarse de toda culpa, no es tan difícil decir que todo fue un crimen pasional, en el cual yo siempre fui la víctima, eso claro, si antes me atrapan. Pero todo está hecho, planeado y cuidadosamente calculado, acabare con todos de una vez, aquel que se sentó a mi lado y me traiciono será el primero, aquel que mirándome a los ojos me mintió será el segundo, aquel que movió los hilos detrás del telón será el tercero y el cuarto seré yo, el crimen perfecto se organiza hoy, lo mejor es acabar conmigo para que tengas que cargar en tu conciencia el peso de las vidas que te llevaste con la mía gracias a la traición.

¿Hay una mejor muerte que la metafórica? Con todo eso solo debes buscar la manera de reflexionar y sacar todo eso que te hace mal, porque, aunque esto sea un lio y seguramente no tendrá sentido, no hay peor asesino que nosotros mismos, con cada secreto, mentira o deslealtad, acabamos con las personas que también nos aman, puesto que quien ama no engaña, quien te ama lo demuestra y sobre todo quien te ama te apoya. Así que recuerda:

Amor que no es regado desde casa, es amor que tarde o temprano fracasa...