Ya habían pasado algunos meses desde la confesión.
Y aunque aún no se confesaba en persona ni hablábamos del tema, no podía superarlo.
Eso sí, después del carrete seguimos juntándonos en su casa, y el hecho de que mi mami ahora tuviese turno de noche solo ayudaba a que nos hiciéramos cada vez más cercanos.
-¿Le hablaste?-.
Precisamente ahora, estaba esperando que me hablara para decirme si venía por mí o no.
Últimamente sentía que estaba raro, si hoy no me decía nada, mañana tocaba preguntarle.
•••
-Bueno, creo que no llegó-.
-¿Vamos?- preguntó el Vicho.
-Dale-.
Nos fuimos hablando de la vida, y aprovechamos de comprar helado en el trayecto.
-¿Y dónde te mudaste?- le pregunté apenas llegamos.
Se supone que me había venido a dejar porque vivía cerca, pero aún no cachaba qué tan cerca.
-Aquí, hola vecina-.
-¿De verdad?, hola vecino-.
-Bueno vecina, un gusto-.
Apenas llegué a mi casita iba a echarme, cuando me llega un mensaje del Pulgar.
Vecino
Hola
Perdón por no contestar
¿podemos vernos?Suspiré entera chata.
No tenía idea de qué, pero se venía.•••
Teorías? 😈