Me gustaría darles un consejo post rompimiento o algo, pero la verdad no sé.
Comencé a ir a terapia, terminé el colegio y me seguí juntando con mis besties.
incluidos el 20 y el 22.
Eso sí, sentía que a lo mejor el amor no era para mí, al menos no ese tipo de amor.
De qué toy hablando se preguntarán,,,
Aproveché que se terminaron mis clases, para ir a la ginecóloga y que me diga por qué llevaba tanto tiempo sin bajarme.
Obvio que acompañada por la Fefita.
Estaba tan segura de que era por el estrés, la penita, y todo eso, que hasta habíamos hecho una apuesta.
-Mira, ¿ves esos puntitos en la pantalla?-.
-Sip-.
-Son tus bebés-.
No sabía quién había quedado peor, si la Fefa o yo.
-¿Mis qué?- dije tratando de levantarme, pero mareándome en el intento.
Una vez que se me pasó, siguió explicando.
-Tus bebés, por el tamaño tienen cerca de 2 meses, ¿no sabías?-.
-No-.
-Mira, tranquila, te recomiendo que primero pienses si los quieres tener o no, y en caso de, puedes pedir una cita para seguir guiándote en todo, felicidades-.
-Gracias-.
•••
-¿Qué hago?- dije echada en el sillón -o sea, igual me gustaría tenerlos, pero no sé, no tienen papá-.
-Epa, sí tienen, vive en Europa y se está haciendo famoso-.
-Y está tan ocupao cumpliendo sus sueños que ni siquiera tiene tiempo pa pololear, imagínate pa ser papá-.
-Ya pero en algún momento hay que contarle-.
-Pa qué-.
-Porque necesita saberlo po, va a ser papá-.
-¿Quién va a ser papá?- preguntó mi mamá, abriendo la puerta.
Chucha
-El Erick-.
No fue necesario decir más na.
Se acercó a mí y me abrazó, transmitiéndome todas sus energías positivas y dándome a entender que siempre va a estar pa mí.
Igual que el Vicho, que se enteró unos minutos más tarde y llegó de una a celebrar.
Sentía que era rápido pero da igual, mi decisión ya estaba tomada.