25

599 45 0
                                    

El resto del día fue felicidad absoluta.

Jugaron tanto que se fueron a dormir agotados, ni siquiera un terremoto los podría despertar.

Ojalá no venga uno.

Y como era de esperarse, el Erick se iba a quedar.

-Oye, ¿cómo te pago?-.

-Aceptando mi cita-.

-Ya pero en serio, te debe haber costao caleta, aparte el alojamiento y...-.

Antes de que pudiera seguir hablando, me dio un piquito.

-Me gustai tanto-.

-Por dos-.

-¿No lo podi decir?-.

-Te lo digo en Disney-.

-¿O sea que aceptai?-.

-Sip, ahora vamo a dormir que tengo sueño-.

-Epa, ¿acabamos de decir que nos gustamo y te queri ir a dormir?-.

-¿Y qué queri hacer tú?-.

-El hermanito po, y no me digai que en Disney-.

-En Francia puede ser-.

-¿Me estai retando?-.

-Tómalo como querai-.

-Lo tomo como que mejor me compro unos pasajes pa la otra semana-.

Era imposible estar 5 minutos seria con él hablándome

-¿Y los niños? ¿También los queri llevar?-.

-Mejor esperamos-.

El vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora