Toy pero segura de que más de alguien se está preguntando qué hicimos pa viajar sin haber confirmado la relación y evitando los rumores.
Y la respuesta es corta y precisa: en un jet.
No mentira, de a poquito el Pulgar fue subiendo cosas de los babys y de nosotros, y la gente lo fue tomando bien.
(La mismísima que llama a su pareja por el apellido eee)
Ahora podíamos ir tranqui a verlo a los entrenamientos, subir historias etiquetándolo cuando jugaba, darle créditos por ser el fotógrafo de mis fotos, y lo mejor de todo, ahora todo el mundo sabía a quien le dedicaba sus goles.
•••
-Mami, ¿podemos vivir acá?-.
-¿En Disney? ¿Y tus tíos?-.
-Pueden venir-.
-¿Y ver a tu papá después del partido? porque no va a poder viajar hasta acá-.
-Sí puedo-.
-Yapo ayúdame-.
-No pueden porque si su mamá ve mucho a Mickey se va a enamorar, y yo quiero que se case conmigo-.
Eso pareció calmarlos por un momento, hasta que llegaron con más preguntas.
-¿Se van a casar?-.
-Sí, en París-.
Le pegué un codazo al verlo sonreír.
En qué me metí por la chucha.
-Uy miren, por ahí pasó Mickey-.
-Mejor quédate con mi papá-.
Era cosa de verle la cara pa saber que lo estaba pasando bien.
Ni siquiera después de estar todo el día haciendo filas, cuidando a dos babys y haciendo de traductor se le borró la sonrisa culia linda que tiene.
Si seguía así, apenas estuviésemos de vuelta en Santiago iba a querer volver con él.