❀ I LOVE YOU ❀ [Corrigiendo faltas ortográficas]

~Capítulo 12~

Narra Max:

Nos separamos de aquel beso y juntamos nuestras frentes.

Ella me abrazó de nuevo aferrandose a mi espalda, como si tuviera miedo de volver a desaparecer.

-tranquila, estoy aquí -susurré mientras le acariciaba el pelo y ella hundía su cabeza en mi cuello. -cómo es que estas viva? -le pregunté con suavidad luego de que ella se separara del abrazo y tomará mi cara entre sus manos.

-es complicado... -dejó a hablar por unos segundos - yo...

Un sonido en la puerta nos interrumpió y nosotras enseguida dirigimos nuestra vista hacia el lugar del que provenía ese ruido.

Y ahí estaba. El padre de Once, no, no Hopper, Brenner. El mismísimo doctor Martín Brenner se encontraba en el marco de la puerta, mirándonos a _____ y a mi con una cara de asco, de rechazo, de superioridad.

-Hola niños -pronunció mirandolos con una sonrisa hipócrita y falsa.

-Hola papá -respondieron todos a coro, _____ incluida.

-guardias -ordenó en un susurro rápido pero audible, señalandonos con la cabeza, como si los guardias supieran perfectamente lo que tenían que hacer.

Ellos se dirigieron hacia nosotras dos con apuro y prisas, y nos separaron a la fuerza.

Entre gritos y súplicas me llevaron fuera de la habitación.

Habían dos guardias; uno sujetaba mi brazo izquierdo y el otro el derecho.

Me trasladaron a lo largo de toda la sala, sentó a las miradas de todos los niños que estaban presentes en mi, hasta que me sacaron por la puerta, donde el viejo me dedicó una sonrisa mezquina, maliciosa, con una chispa de orgullo y maldad en sus ojos.

Le sostuve la mirada con desprecio, aunque no por mucho tiempo ya que los dos guardias no tardaron en transportarla hacia el pasillo del laboratorio.

Yo pataleaba, gritaba, y me sacudía como un animal enfurecido y hambriento que quería salir de su jaula.

Recorrí un pasillo largo, blanco, y vacío hasta que los guardias se pararon en una puerta, la cual tenía una imagen de una nube en la puerta.

Me sentaron en una silla y me agarraron las manos a los reposabrazos de esta.

Seguidamente vi como agarraban un cable que estaba conectado a un parche, y me pegaron varios de estos. Dos en las sienes, uno en cada mano, y finalmente uno en cada pie.

Yo estaba aterrorizada, ya que tenía una idea de lo que iban a hacerme. Seguí con la vista la longitud de los cables y me di cuenta de que estos estaban conectados a una máquina. Ay no. Los locos estos me iban a electrocutar. Y lo peor es que yo no tenía ni papa idea de la razón por la que iban a hacerlo.

-ahora dinos -se dirigieron a mi - de que conoces a trece.

-trece? Qué... -no me dejaron terminar ya que una sensación de dolor punzante me golpeó las manos, haciando que estas temblaban con fuerza y que yo soltara un grito. -AAH!

-inhala y exhala -escuché decir a uno.

-De dónde conoces a trece -repitió el otro con un tono molesto, haciendo énfasis en cada palabra.

-yo... -vi que iban a subirle la potencia a la máquina -ES LA HARMANA DE UN AMIGO -grité a toda velocidad antes de que se les ocurriera hacer lo que iban a hacer.

-explícate -exigieron crunzado los brazos.

-hace más o menos cinco meses, un amigo me presentó a su hermana adoptiva, era ella, trece. -dije sin dar detalles.

-sabes de que sitio la adoptó, es decir, donde vivía trece antes? -preguntó esta vez con más calma, pero al mismo tiempo con más severidad.

-no... No lo sé -contesté agachando la cabeza.

Uno de los guardias levantó la cabeza haciendo un gesto al otro. Este se dirigió a la máquina y yo temí lo peor. Sentí la corriente eléctrica hacerse más profunda, recorrer todo, hasta las ramificaciones más pequeñas de mi cuerpo. Yo temblaba bruscamente sobre mi asiento, como si hubiera un terremoto, con la cabeza inclinada hacia atrás. Lo último que pude escuchar antes de ver borroso y oír un pitido agudo y constante, fue un <<ponlo en seis cincuenta>> de parte de uno de los guardias.

Dejé de moverme. Entrecerré los ojos. Todo a mi alrededor lucía borroso y se veía doble. Me arrasó un sentimiento de debilidad, no podía moverme y me dolía todo el cuerpo. Sentía que si me movía me iba a derrumbar ahí mismo. Pero sólo podía pensar en una cosa. Sólo podía pensar en si _____ estaba bien. Tarde unos cinco minutos en desmayarme del todo.

Al despertar ya no estaba en la misma  habitación, sino que me habían movido en la misma silla, hacia un cuarto que parecía de hospital. Divisé un jarrón de rosas en una mesa que tenía a mi lado, y al lado de esta, había una caja fuerte. Luego me di cuenta de que yo estaba atada a una camilla.

-cual es la contraseña?! -oí gritar con enfado a un hombre que estaba al lado de la caja fuerte.

-son dos a la derecha y cuatro a la izquierda. -contestó a otro en la otra punta de la habitación.

El primero usó la contraseña dicha anteriormente y abrió la caja sacando...

Espera, ¡¿eso es una pistola?!

-buenas noches -se dirigió a mi con una sonrisa macabra y me apuntó con el arma.

Cerre los ojos con fuerza esperando a recibir el impacto. En su lugar escucho un golpe y abro los ojos, encontrándome con _____ en el marco de la puerta, sujetando la pistola en su mano derecha. Tenía los brazos llenos de cortes y moratones. A mi lado, tirado en el  piso, estaba un guardia con una quemadura en la cara. En una esquina estaba el otro hombre, con una cara de pavor.

______ disparó sin piedad a los dos, susurrándome un <<vamos>> y desatándome de la camilla rápidamente.

Tenía dos abrigos en el brazo izquierdo, me dio uno y el otro de lo puso ella. Me agarró de la mano y me sacó de la sala con apuro. Todo pasó muy rápido. Confiamos de la mano, mientras, yo intentaba ponerme el abrigo, todo esto al mismo tiempo que salíamos del laboratorio adentrándonos en el bosque.

Aaaahhh nuestra esposa está grabando nuevas películas!! Es una trilogía llamada "la calle del terror" o "fear street"
La está grabando junto a Maya Hawke (Robin en ST)
Estoy esperando con ansias el estreno.
Atte.
Sofía.