DULCES TRAVESURAS

CAPITULO 27

-¡Quien o como sabes eso sesshomaru! - dijo rin mientras retrocedía hasta la pared del baño mirando entre confundida y furiosa -¡Que tu olfato no te engaña, si como no entonces porque no te distes cuenta hace siete años, dime como pudistes confiar más en la palabra de otra mujer que en la mía! - le reprocho la azabache a un pálido peliplata.

-¡Abrí la caja de jade, así pude darme cuenta de lo que escondías exactamente! - le reprocho el platinado -¡Pensé que había joyas, demonios cualquier cosa, menos la existencia de mi hijo! - rugió sesshomaru a su esposa -¡No lo llore en ese tiempo, no pude protegerlos y por si fuera poco si este absurda boda no la hubiera propuesto nuestros padres, jamás me hubieras contado! - le pregunto sesshomaru a rin.

-¡NO, NUNCA TE LO HUBIERA DICHO, NO TIENES EL DERECHO DE PRONUNCIAR SU NOMBRE! - le grito rin enloquecida por la rabia -¡Tus amantes me robaron todo, a mi novio, a mi hijo y casi me arrebatan mi propia vida, tu crees que una mujer puede perdonar o olvidar! - dijo secamente rin a sesshomaru.

-¡No, pero te pregunto crees que un demonio puede olvidar ese hecho que por no tener la fortaleza necesaria, no pudo proteger a su cachorro soy un yokai rin, aunque tarde siete años en vengarlo, esas arpías descansan en los infiernos! - dijo sesshomaru mientras caminaba por toda la habitación.

-¡De que hablas ellas siguen sus vidas como si nada, y peor aun a tu lado con un cinismo que me asquean! - le contesto rin en un sollozo -¡Yo solo quería una vida pacifica con mi hijo en Alemania, aunque no estuvieras a mi lado, ese era mi deseo! - dijo la azabache mientras tocaba el dijen de su cuello.

Sesshomaru vio como sus manos apretaban aquel dijen en forma de corazón hecho en oro, y no hizo falta que preguntara que había dentro -¡Me reclamas a mi, y yo que! - dijo desesperado el platinado, pero al ver la cara confundida de su esposa -¡No me distes la oportunidad de saber sobre el bebe, esta bien que me odiaras por estar con otra mujer pero eso no te da el derecho de negarme la paternidad, no me escribistes no me llamastes, solo desaparecistes de la noche a la mañana, aunque los dos no tuviéramos futuro como pareja, tenia el derecho el saber que iba hacer padre, los hubiera protegido con mi vida! - dijo furioso sesshomaru -¡Me negastes que lo viera en una pantalla en blanco y negro, me negastes en comprarle sus primeros juguetes, me negastes en verte como día a día, mes a mes, tu vientre crecía, me negastes en pensar un nombre a mi hijo, me negastes en escuchar sus latidos! - no pudo seguir porque un rugido salvaje y unas lagrimas impidieron que su voz salieran.

Rin no sabia que pensar esos reproches no se lo esperaba del platinado,  ella experimento todos esos desde el principio hasta el día del accidente, sintió el aura del platinado llena de ira, dolor, impotencia y sobre todo el amor de perder lo más valioso como hombre y yokai.

-¡Por sara y yura no te preocupes, ellas pagaron y pagaron por toda la eternidad arrebatarnos a nuestro primogénito, mañana a las 10: 00 am tenemos cita con la ginecóloga! - le confesó sesshomaru quien salió de la habitación, dejando a una azabache confundida.

Rin sintió aquel manojo de energía demoniaca volar por los cielos dejando la mansión en un total silencio, suspiro derrotada -¡A que te referías con que ellas ya pagaron por la muerte de nuestro hijo! - susurro la azabache mientras se recostaba en la cama para tomar una siesta.

Unos toques en su puerta hicieron que  despertara, se levanto y lo primero que vio fue a jaken con un rostro preocupado -¡Que pasa jaken! - pregunto rin mientras se desperezaba. 

-¡Niña no me asustes así, hace tres horas que las sirvientas han tocado la puerta, para que pases almorzar, pero al no tener respuesta salieron corriendo a buscarme preocupadas por su salud! - regaño jaken a la despistada de su señora.

-¡Que drama que me puede pasar en la mansión que un hombre entre y me mate, por dios jaken quien demonios quiere escalar una montaña entera solo por algo así! - dijo rin con burla al peliverde.