CAPITULO 4

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Sesshomaru por primera vez en su vida, tenia la mente en blanco, ¡Que rayos estaba pasando observaba a rin, beber champagne como si fuera agua! -¡Rin ya basta deja beber tanto alcohol! - le alcanzo a quitar la botella, estaba preocupado por la reacción de ella. 

-¡No quiero dame la botella sesshomaru!  ¿right now? - sentencio molesta, su mirada achocolatada se fijo en unos confusos ojos ámbar.

-¡No lo haré, antes debes decirme porque actúas así de impulsiva! - mira como rin va al mini bar y sirve una copa de vino tinto.

-¿Porque la trajistes a ella? - era una pregunta que estaba inquietando su mente - ¡Siempre la preferistes a ella! - se bebió la copa de vino de un solo golpe - ¡Por eso siempre ha estado a tu lado y creyendo sus artimañas! - volvió a servirse una copa de vino.

-¡A que viene tantas preguntas higurashi! - tomo entre sus brazos a sara y la recostó con mucho cuidado en la cama king; estaba tan preocupado por sara que no vio las lagrimas de rin, al observar esa escena tan conmovedora y familiar apretó su mandíbula, repitió en su mente una y otra vez tranquilízate, contrólate rin como si fuera un mantra.

-¡Sesshy me duele mucho mi vientre! - dijo una adolorida castaña

-¡Oh sara vas a morir, por un pequeño golpe que pena cariño! - sonrió  triunfante - ¡Debería llamar a tu esposo, para que te recoja! - vio como sara dio un brinco en los brazos de sesshomaru - ¡Que mal sesshy no deberías meterte con mujeres casadas! - su tono era burlón. 

-¿Es verdad lo que esta diciendo rin, sara? - observo como sara negaba con su cabeza.

-¡No le creas sesshy, yo nunca me he casado esa mujer esta mintiendo! - lloro en el pecho de sesshomaru - ¡Yo solo te he amado a ti, el hombre con el que deseo casarme es contigo! - lo miro a los ojos y poco a poco su cercanía se hacia menos.

Rin observo como sesshomaru no intentaba esquivar ese beso, pero antes de que eso sucediera, dijo - ¡Pero es una lastima ese hombre se va a casar conmigo, entre dos semanas; no es cierto sesshy! - lo dijo mientras veía como sara se congelaba al instante ante esa noticia.

-¡Mientes rin, el no se casaría contigo; no es verdad! - miro a sesshy esperando la respuesta de el, pero el solo observaba a rin.

-¡No es irónico, sara siempre lo amastes, te obsesionastes con el, pero al final la única mujer que llevara el apellido TAISHO seré yo! - la enfrento con toda su ira - ¿ Y sabes porque? - vio como sara negaba con la cabeza - ¡Porque el apellido Taisho siempre te va a quedar grande! - escupió sintiendose ganadora ante este combate.

-¡Eres una maldita rin! - sin pensarlo tomo la lampara que estaba en la mesa de noche y se la lanzo a ella - ¡No debió terminar así, me la pagaras me has quitado al hombre que amo! - lanzaba como loca, las cosas que estaba a su alrededor - pero unos fuertes brazos la atraparon - ¡Suéltame sesshomaru, ella no te merece, no te ama como yo! - decía una furiosa pelicastaña.

-¡Ya basta sara, no ves que ella lo hace para molestarte tranquilízate! - decía un peliplata que no sabia porque las cosas habían tomado este rumbo.

-¡No te vas a casar con ella cierto, cariño! - giro entre sus brazos -¡Ella te engaño hace años, yo siempre te he sido fiel! - tomaba entre sus manos el rostro de sesshomaru.

-¡Sara siempre has sido una persona especial en mi vida, has estado conmigo en los buenos y malos momentos! - no quería que ella se enterara de esta forma, pero no tenia opción - ¡Pero rin no esta diciendo mentiras, ella y yo nos casaremos por el bien de mi familia! - vio la tristeza de esa única mujer que ha sido tan sincera con el.

-¡Eres un maldito canalla sesshomaru! - como pudo se soltó entre los brazos de el y le dio una cachetada - ¡Ella te hará sufrir siempre, porque no te ama! - miro a la pequeña azabache con todo su odio, la cual estaba sentada en uno de los sillones tomando vino como si disfrutara el show -¡Te diviertes cierto! - vio la sonrisa cínica de ella - ¡Crees que has ganado! - camino lentamente hacia ella, en otros tiempos rin trataría de escapar de ella, pero en cambio vio como ella tomaba el ultimo sorbo de vino y se levantaba como si fuera la reina del lugar.

DULCES TRAVESURASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora