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— ¡Muy buenos días! —saluda de un buen humor Taehyung un lunes por la mañana.

Los chicos al escuchar su entusiasmo lo fulminan con la mirada para después volver a centrar su atención en el desayuno.

— ¡Ay! Pero que amargados. —se queja ignorando las malas miradas caminando directo a la nevera pero antes de llegar a su destino se detiene un segundo junto a Jungkook.

— Buenos días amor mío. —le dice con voz melosa depositando un inocente beso en su cabeza.

— Me siento acosado. —murmura el pelinegro al sentir un escalofrío recorrer su cuerpo.

— No seas así corazón mío. —espeta con cariño asustando al menor.

— Jin hyung. —pide ayuda el menor al percibir el extraño comportamiento del castaño.

El mayor al oír la súplica del pelinegro le direge una mirada amenazante al castaño que hizo que cambiará su radiante sonrisa por una mueca de fastidio.

— Ahora uno aquí no puede repartir su amor.

— Nadie quiere tus gérmenes niño. —comenta Yoongi.

El pálido aún no superaba el haber encontrado a Taehyung y al rubio juntos en su habitación muy cariñosos. No soportaba que tocarán lo que le pertenecía.

—¡Oye! —se ofende el castaño.— ¿Jimin tú si me quieres?

Taehyung dirige su atención con algo de malicia hacia el pequeño chico, quién se removía incómodo en su lugar al ver como había abierto sus brazos esperando un abrazo en respuesta a esa pregunta.

El rubio estaba nervioso, se encontraba contra la espada y la pared. Por un lado estaba su amigo de toda la vida, pero por el otro estaba su hyung con quién hace unas horas se había arreglado y no quería arruinar lo que tenían.

El pálido fulminaba con la mirada al rubio y al castaño. Estaba furioso, puesto que ya había descubierto el juego del último. Jimin hallándose atrapado hizo lo primero que se le vino a la cabeza.

— Saben creo que llaman a la puerta. —huye a toda prisa del comedor.

— ¡Cobarde! —le acusa Taehyung viendo cómo se iba. Dejando a Jimin de un lado, posó sus ojos sobre uno de sus hyungs.— ¿Y usted Namjoon hyung?

— Se me olvidó que tengo que ir a terminar unas canciones. —se marcha evitando responderle al castaño.

— ¿HoSeok? —lo llama esperanzado.

— Ehh... ¡Namjoon! ¡Espérame! ¡Acuerdate que tenemos que trabajar en esa composición que tenemos juntos! —se va detrás del moreno.

Puede que aquel acto se haya visto muy cruel pero ellos tenían una razón para actuar de esa forma. Querían evitar que Taehyung se volviera más pegajoso de lo que era; el chico tenía la costumbre que cuando uno de ellos le demostraba su cariño el castaño no se les despegaba por días llegado al punto de hartalos un poquito, cosa a la que no querían llegar en ese momento. Ahora lo que deseaban era que reinará la paz y no querían andar escondiéndose de un Taehyung cariñoso y herir sus sentimientos. El único que lo aceptaba tal cual como era parecía ser Jimin, ya que a veces solía ser igual o más intenso que el castaño, razón por la que se llevaban tan bien.

El castaño contemplaba como todos huían de su amor como si fuera la peste. Para suerte de los chicos, Taehyung había amanecido de buenas esa mañana y había tomado todos esos desplantes con diversión.

Suspirando vuelve su mirada al frente observando como tres pares de ojos lo veía con humor.

— A ustedes ni les pregunto. —declara con sarcasmo al toparse con la mirada de SeokJin para después tomar su desayuno e irse del lugar queriendo evitar ser asesinado en esa mesa.

—  Yo si lo quiero hyung... —confiesa en un murmullo el pelinegro.

— ¿Dijiste algo Kookie? —interroga Jin al escuchar un vago cuchicheo provenir del nombrado.

— No, no dije nada hyung. —susurra con la voz apagada levantándose de la mesa.

— No, no, no. —manifiesta con desaprobación el castaño

— ¿Qué?

— Usted no se me va de aquí hasta que termine su desayuno. —demanda el mayor.

— ¿En serio? —dice incrédulo de la forma en que lo estaba tratando.

— Sí. —espeta con simpleza recogiendo los trastes que habían dejado tirado los otros para dejarlos en la cocina.

— ¿Por qué me mira tanto? —curiosea una vez que había terminado su desayuno.

— Así que le correspondes... —menciona pensativo Yoongi, quién no se había movido de su asiento en ningún momento entretenido con el espectáculo que le había brindado el castaño.

— ¿Ah? ¿De que habla? —se hace el desentendido ante la mirada de su hyung.

— De nada. —se escabulle del comedor con una sonrisa burlona enmarcando sus finos labios dejando al pelinegro con los nervios a flor de piel.

"Esa información podría ser algo que podría usar a su favor si veía de nuevo al mocoso cerca de su ... De lo que sea que eran ellos. De seguro idearia una estrategia para que Taehyung dejará de manosear a su Jimin. "

Pensaba Yoongi de camino a su estudio buscando entretenerse con algo.

Antes de todo ofrecemos una disculpa por los posibles errores ortográficos, sin más esperamos que te haya gustado esta historia

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🎭Se despide SinisterGirls

No te dejes consumir por el miedo, vive, sé libre y disfruta de lo hermoso que puede llegar a ser el amor.”

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