— ¿Puedes quitarte de encima? —expresa con fastidio el mayor.— ¡Nop! —dice como niño pequeño aferrándose al cuerpo del otro.
— Taehyung... —murmura en tono de advertencia.
— Yoongi... —lo imita el menor mirándolo divertido.
— Pareces lapa. —se queja.
— Pero así me quieres ¿Verdad? —parlotea con ojos de borrego.
— No. —responde el mayor con frialdad levantándose del sofá ocasionando que el castaño quién estaba sobre él cayera.
El pálido no le tomo ni la más remota importancia a los gemidos de dolor del menor marchandose de la habitación como si nada hubiera sucedido.
— ¡Ouch! —chilló con exageración. Esperaba que su hyung diera vuelta al escuchar su quejido y comprobará sí estaba bien. Pero no, el mayor siguió con su camino dejándolo solo.
— ¿Por qué ya nadie en esta casa me quiere? —pregunta a la nada mientras observaba el techo acostado sobre el frío suelo.
A lo lejos pudo oír el ruido de unas pequeñas pisadas acercarse a dónde él estaba. No le tomo importancia, pues ya tenía un vago presentimiento de quién se trataba, así que se quedó allí. De un momento a otro siente como un diminuto cuerpo peludo se acurruca en uno de sus costados.
— ¿Tú si me quieres verdad? —pregunta mirando al pequeño Yeontan.
El cachorro lo observaba moviendo su cabecita de un lado a otro como si estuviera examinando la pregunta para segundos después irse de la habitación con su adorable caminar dejando a su dueño en plena soledad.
— ¡Traidor! ¡Yo te adopté! ¿Como eres capaz de traicionar de esa forma a tu propio padre? —expone haciéndose el dolido.
Mirando indignado por donde su mascota se había ido. Se queda en silencio analizando en lo que se había convertido su vida.
— Ahora sí que nadie me quiere. —susurra triste.
— Hyung, Yo sí lo quiero. —confiesa una voz a unos metros de él.
Taehyung asustado, busca por todos lados el dueño de aquella voz hallándose con el pelinegro sentado en uno de los sofás.
— ¿De dónde saliste tu?
— Hyung, eso no es una conversación que debería tener conmigo ¿Quieres que llame a Jin hyung? —bromea.
— Quiero decir, ¿Desde que momento estás ahí? —explica rodando los ojos ante el humor del menor.
— Desde que comenzó a hablarle al perro.
— Entonces... ¿Tu si me quieres? —espeta cambiando repentinamente de tema mirando pícaramente a Jungkook.
— Ahora no. —se va avergonzado de la habitación ante la mirada tan penetrante del castaño.
— De nuevo solo... —suspira con melancolía.
Pero no estaba tan solo como el creía. La esperanza comenzó a surgir cuando oyó a alguien aproximarse hasta donde se hallaba. Al alzar la vista se encontró con su hyung que había regresado a la sala.
— Hyung, ¿Vino a corroborar si no me había lastimado? —pregunta ilusionado a que el pálido se hubiera preocupado por él.
— No, solo vine por mi teléfono. —aclara mostrándole el aparato que había dejado en el sofá
— ¡Ugh! Me cae mal. —protesta haciendo un berrinche.
— Por primera vez en la vida estamos de acuerdo en algo. —expresa con ironía antes de irse.
— Era jugando... —dice ofendido.
— ¡Pues yo no lo estaba haciendo! —grita desde donde sea que se encontrará.
Antes de todo ofrecemos una disculpa por los posibles errores ortográficos, sin más esperamos que te haya gustado esta historia.
🎭Se despide SinisterGirls
“No te dejes consumir por el miedo, vive, sé libre y disfruta de lo hermoso que puede llegar a ser el amor.”
— Steph and Oliv.
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LOVELY
Humor- Jungkookie ¿Qué harías si te robó un beso? ✓ Prohibida cualquier tipo de copia u adaptación.