— ¿Mmm? —murmura sin dejar de ver la pantalla del televisor.
— ¿Que pasaría si te robo un beso?—pregunta el castaño con una sonrisa.
— ¿Por qué tienes que robarlos cuando sabes que te pertenecen? —dice el menor divertido enarcando una de sus cejas.
Taehyung no pudo contenerse a lo atractivo que se veía el menor hablando con esa seguridad, así que sin pensarlo mucho se abalanzó sobre el pelinegro adueñándose de sus labios en un apasionado pero delicado beso. Estaban tan enfrascados en explorarse, en conocer cada punto sensible que podía hacer ver las estrellas al otro que no repararon en la presencia que invadió la habitación.
Un carraspeó interrumpió aquel fogoso momento haciendo que toda esa pasión y autodescubrimiento quedará en el olvido.
— ¿Se puede saber que están haciendo? —interroga SeokJin mirando con el ceño fruncido a los dos chicos que se hallaban hechos una maraña de brazos y piernas.
— ¿Besando a mi novio? —espeta Taehyung inocentemente.
El mayor contaba mentalmente para no estrangular al castaño por lo descarado que podía llegar a ser. Sabía que había aceptado esa relación, pero no era razón para que se lo restregaran en el rostro.
— ¿Y con permiso de quién mocoso ingrato?
— Porque ya soy mayor de edad. —sale Jungkook en defensa de Taehyung.
No volvería a dejar que sus inseguridades se apoderará de su mente, ya no sería más ese niño miedoso que dejaba que todos hablarán por el. Jeon Jungkook había madurado y lo iba a demostrar; iba a defender su relación y no se dejaría intimidar por lo prejuicios de los demás.
— Tae.
— ¿Sí hyung? —expresa con voz de niño pequeño intentado calmar el enojo del mayor con su ternura.
— Corre. —dicta preparándose para cometer un asesinato.
— En marcha. —se va de allí a toda prisa con los pasos del mayor rozandole los talones.
— ¡Te vas arrepentir de haberle quitado la inocencia a mi niño! —grita con toda su furia.
— ¡No lo creo! —se burla.
— ¡Ven para acá mocoso! —ordena alzando uno de sus zapatos.
— ¡Con el zapato no hyung!
— ¿Ahora si pides piedad? ¡No decías lo mismo cuando tenías tu lengua enterrada la garganta de mi bebé!
— ¡Hyung! —chilla Taehyung de dolor cuando sin darse cuenta choco por segunda vez en su vida con aquella pared que siempre se interponía en su camino cuando tenía que huir.
El menor al contemplar aquella divertida escena rompe a carcajadas. No quería perderse de nada, así que se sienta nuevamente en el sofá observando como los dos castaños daban vueltas por todo el lugar.
Aquello si que era vivir con amor, el amor de una familia que lo protegían, el amor de amigos con los que podía contar y le aconsejaba sin importar qué y sobretodo el amor de la persona que lo anhelaba tanto como el aire que respira. Si eso no era sentirse amado entonces no sabía cómo era, porqué para él eso lo significaba todo.
Fue en ese momento que Jungkook comprendió aquel sentimiento que llamaban amor. Aprendió que debía renunciar a los miedos y la inseguridades que habitaban en su interior para llegar a ser esta nueva versión de sí mismo.
El miedo debería dejar de ser una barrera para alcanzar ese gesto tan encantador como lo es el amor. A pesar de todos los obstáculos Jungkook y Taehyung obtuvieron su para siempre como se lo habían prometido aquella noche teniendo a la luna como testigo.
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¡Hemos llegado al final de los finales! Nunca en mi vida pensé que podía llegar hacer algo tan empalagoso y tierno a la vez.
Gracias a todos aquellos que le dedicaron tiempo y cariño a esta historia. Nunca espere recibir tanta receptividad ni votos.
Gracias por todo.
🎭Se despide SinisterGirls
“No te dejes consumir por el miedo, vive, sé libre y disfruta de lo hermoso que puede llegar a ser el amor.”
