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El rubio observaba a Jungkook con curiosidad desde que se instaló en la sala. El semblante del menor estaba triste, ya no poseía esa sonrisa traviesa que solía tener cuando  estaban reunidos preparando una de sus temidas bromas. Preocupado por lo decaído que se notaba, se encamina hacia el chico sentándose junto a él.

— ¿Qué te sucede Kookie? —comienza Jimin con su interrogatorio. Haría lo que fuera para confirmar la teoría que andaba rondando por su cabeza desde hace días.

— Nada hyung, todo está bien.

El pelinegro no despegaba la mirada de la televisión cambiando los canales sin parar queriendo distraerse de su alrededor. Solo quería que su mente estuviera ocupada ya no quería pensar, estaba cansado de aquello.

— Jungkook... —el rubio no se rendiría hasta conseguir lo que quería.

— En serio hyung, estoy bien. —asegura dirigiendo su atención hacia el mayor intentando sonreír para confirmar lo que decía.

Jimin suspira pensando en que se había equivocado al creer que el menor le diría todo sin rechistar. Al parecer se iba a tardar en sacarle la verdad un poco más de lo esperado.

— Entonces, si te pregunto sí la razón de esa carita triste es por Taehyung ¿Me lo negarias? —decide ir directo al grano.

— ¡Hyung!

Jungkook había abierto sus ojos a más no poder sorprendido con la pregunta del mayor, lo había tomado desprevenido.

— Así que es eso... —afirma con una pequeña sonrisa de satisfacción por haber acertado con su teoría.

— Sí, ya me descubrió. —susurra dándose por vencido a ocultar lo obvio. — Me duele que me trate de esa forma.

Le era extraño confesar sus sentimientos a su mayor que para completar era el mejor amigo del causante de sus lágrimas.

— Kookie, las personas se cansan de esperar. —dice recordándole las múltiples ocasiones en donde Taehyung le insinuó lo que sentía.

— Pero...

El menor trataba de excursarse pero sabía que no tenía nada con que hacerlo, porque él mismo había decido hacerse el ciego antes de aceptar los sentimientos de su hyung.

— Jungkookie, si de verdad quieres a Tae debes demostrárselo y dejar de ser tan frío e inmaduro. —expresa con cariño.

Jimin se preocupa tanto por la felicidad de su amigo cómo la de su dongsaeng. Para él ellos eran una de las dos personas más importantes de su vida y le dolía ver cómo se herían mutuamente.

— Tengo miedo. —admite mirándose las manos.

— ¿A qué le temes?

— Me da miedo arruinar nuestra amistad. —confiesa en un murmullo.

— Kookie, solo te aconsejo que si no quieres perder a Tae debes decirle lo que sientes. —dice terminando con la conversación.

Para su desgracia, no podía hacer más nada por ellos; lo que pasará de allí en adelante eran sus problemas. Ellos tenían que reunir el valor y aclarar lo que sentía para después ver si decidían ser solos amigos o algo más.

Jungkook se quedó en silencio reflexionado lo que le había dicho su hyung. Llegando a la conclusión de que el rubio tenía la razón, no pudo haberse rendido así sin más. Tuvo que haber hecho un último intento de hablar con Taehyung.

— Hyung... —llama el menor.— Lo intentaré.

— ¡Ese es mi Kookie! —lo felicita emocionado abrazándolo.

— Gracias.

— No debes de agradecer nada, solo me importa su felicidad. —expresa con una gran sonrisa adornado sus rosados labios.

Decidido a distraer a Jungkook un momento de sus líos sentimentales, toma el mando que había quedado abandonado en el sofá buscando algo que los dos podían disfrutar. 

Antes de todo ofrecemos una disculpa por los posibles errores ortográficos, sin más esperamos que te haya gustado esta historia

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Antes de todo ofrecemos una disculpa por los posibles errores ortográficos, sin más esperamos que te haya gustado esta historia.

🎭Se despide SinisterGirls

No te dejes consumir por el miedo, vive, sé libre y disfruta de lo hermoso que puede llegar a ser el amor.

— Steph and Oliv.

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