𝗹𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘀𝗲𝗿 𝗶𝗻𝘁𝗶𝗺𝗶𝗱𝗮𝗻𝘁𝗲. ❛sanwoo.

07 ; panquecito de chocolate y café frío mañanero

Caminaba contento hacia la cafetería en donde se vería con su mejor amiga, ya eran las diez y entraba al trabajo a las doce, aún tenía tiempo para pasar un rato con ella y para su fortuna, su trabajo le quedaba a diez minutos del café.

Entró al dichoso café y tomó asiento en un lugar cualquiera para esperar a su amiga mientras ordenaba ese famoso muffin de chocolate caliente y un café. Mientras esperaba a ambos, se distraía contestando mensajes o viendo redes sociales. Ese día estaba particularmente feliz, contento, alegre, cualquier sinónimo de felicidad encajaba con su estado de ánimo y sentía que nada podía cambiarle ese humor.

Cuando percibió que alguien se sentó frente a él, levantó su cabeza para observar a su mejor amiga con una sonrisa, la cual desapareció en un instante.

—Tú no eres Dahyun —frunció el ceño confundido.

Bueno, sólo había una cosa que podría cambiar su humor y ese era el exnovio de su mejor amiga, quien estaba sentado frente a él con una sonrisa.

—¿No te dijo? —inclinó su cabeza un poco hacia la derecha ligeramente sorprendido.

—¿Qué cosa? Oye si vienes porque ella va a venir, te dije que ya no la molestaras, ella ya no quiere saber de ti.

—Ah —rió poco para luego ver al barista que traía las cosas de Wooyoung— disculpe, me puede dar un café americano frío.

—Claro, ¿algo más?

—Nada más, gracias —sonrió.

—¿Disculpa? ¿Por qué no te vas? —comenzaba a molestarle un poco la presencia de ese muchacho.

—Bueno ya estoy aquí y no puedo empezar sin mi café mañanero.

—No, bueno sí, pero ¿por qué no te vas a otra mesa?

—¿Te molesto tanto?

Wooyoung se relajó un poco al notar cómo le estaba hablando al chico, avergonzándose un poco por su actitud. En sí, San no le ha hecho nada, sólo molestar a su mejor amiga y hacer que ella se queje durante mucho tiempo de él.

Ah, ya recordó por qué lo trataba así.

—Disculpa, es que Dahyun estará aquí en cualquier momento y no creo que sea de su agrado verte aquí.

—Ya veo, ¿ella en serio vendrá?

—Bueno sí, eso creo, nos reuníamos aquí por las mañanas antes de que yo me vaya al trabajo, pero hace poco dejamos de hacer eso —hizo una mueca recordando el poco tiempo que su amiga le dedicaba.

—¿Por qué?

—Realmente no lo sé, siempre me dice algo diferente, se le hizo tarde, se desveló, estaba terminando unos trabajos que dejó para la mañana, una vez me dijo que su perro se orinó en su cepillo y fue a comprarse otro —rió ante el recuerdo de la excusa— también me ha dicho que se sentía enferma, pero veía sus historias en Instagram que estaba cantando y bailando una canción cualquiera, ¿sabes?

—Ya veo...

—Me gustaría que fuera honesta conmigo, si no quiere que nos veamos por las mañanas que lo diga, lo entenderé, ¡diablos! Hasta podría dormir más —se rascó la cabeza haciendo un puchero.

—¿Y qué excusa te dijo hoy?

—Aún no me dice nada...

El barista llegó con el café del pelinegro quien sólo agradeció para tomarlo.

—Bueno, te propongo algo —le sonrió bebiendo su café para luego dejarlo sobre la mesa— en cuanto te envíe un mensaje de que viene en camino, me voy, hasta entonces, ¿te parece si nos hacemos compañía?

Mordió su labio algo nervioso y tentado por la oferta del chico, pero después pensarlo poco asintió encogiéndose de hombros, ¿qué podía salir mal? Sabe que es extraño hablarle al exnovio de su mejor amiga, pero Wooyoung tenía que admitir que se sentía un poco solo y triste al no ver señales de su mejor amiga, quien ya había subido tres historias en donde salía ella con su perro.

—Está bien, no me gusta comer el panquecito de chocolate solo.

—Excelente, a mí no me gusta tomar mi café mañanero solo —guiñó su ojo mientras le daba otro sorbo a su café.

Sí, eso estaba bien.