—Seonghwa es un experto, así que dejaré que él hable primero.
El chico de cabello oscuro se levantó para darle una sonrisa cuadrada muy bonita. De repente la borró y se topó con un semblante serio, sus ojos, sus ojos parecían querer hacerle un hoyo en lo profundo de su cabeza, lo estaban juzgando, le estaban rechazando visual y mentalmente, le estaban diciendo que no le quería cerca ni en un millón de años, le decían que jamás pertenecería a su grupo social, que una persona como él jamás estaría cerca de él, le decían...
—Y así se hace —mostró de nuevo su sonrisa para aligerar aquel ambiente que generó tras un simple gesto.
—Wow yo... eso, wow.
—¿Verdad que es muy bueno?
—Muy bueno.
Se había quedado sin aire, sentía que no debía, no, que no tenía permitido respirar el mismo aire que el de ese chico, que no tenía por qué estar en el mismo lugar que él, olvidó por un momento que eran unas absurdas clases de cómo intimidar a una persona.
—¿Cómo lo haces?
—Ah, sólo lo hago —encogió sus hombros riendo poco— puedes intentarlo, baja un poco la cabeza.
Wooyoung hizo lo ordenado, bajando un poco su cabeza.
—Levanta la mirada, pero no tanto.
Con el ceño fruncido, levantó sus ojos mirándolo.
—No, no frunzas el ceño, mantente serio.
—Okay...
—Ahora, mmm cruza los brazos.
Cruzó sus brazos para recibir una sonrisa de parte de Seonghwa.
—Ah, te ves tan adorable —rió para negar con la cabeza mientras sacudía sus manos— mejor inclina la cabeza a la derecha, pero sólo un poco.
—¿Así?
—Sí, ahora pon tus brazos a los lados.
—Okay...
—No, mejor no inclines la cabeza, mantenla recta.
Después de unos minutos, Seonghwa encontró la manera perfecta en la que Wooyoung podía intimidar con la mirada.
—Wow, me siento intimidado —habló Mingi sacudiendo un poco su cuerpo.
—¡Así! Justo así mirarás al chico.
—Ah... espero no lo olvide.
—Completaste la primera lección —guiñó un ojo para volver a sentarse en el sillón comiendo una fritura en el proceso.
Las cuatro veinte y Wooyoung ya estaba en el café habitual. Sabía que estaba temprano, pero si algo sabía él era que podía intimidarlo si llegaba antes, ¿o era después? No, era antes. Además, deseaba practicar lo que sus amigos le habían enseñado por unos minutos más, esperaba que ese San dejase en paz a su mejor amiga porque sinceramente también se estaba cansando de que ella estuviese quejándose de él todo el tiempo.
—Solo espero que funcione —murmuró con un puchero mientras se recostaba en la mesa y miraba hacia su taza de café humeante.
—¡Aquí está su postre joven! —escuchó la voz del barista que le atendió hace un rato.
—Ah, gracias —sonrió tomando el queco de chocolate que le había llevado, humeante y esponjoso como le gustaban.
—Si desea algo más no dude en decirme.
—Si... uh, ¡espera! Sí necesito algo más —estaba nervioso y sentía la vergüenza en todo su ser por lo que estaba a punto de hacer.
—¿Dígame? —le sonrió.
—Yo uh, ¿tú crees que esto es intimidante?
Hizo aquella pose y mirada que practicó durante la noche anterior con sus amigos, en su cama, esa mañana en su espejo y durante el viaje en el camión. Vio la sonrisa del chico encogerse para evitar reírse, pero no pudo evitarlo y se tornó rojo al escuchar las risillas del muchacho.
—Eso, wow, es muy tierno —dijo apenado.
—¡Ah! Eso no me sirve —murmuró mordiendo el esponjoso pan de chocolate haciendo un puchero.
—Disculpe —rascó su nuca avergonzado— ¿tiene problemas con eso?
—No, si, no, si, ugh es que, una amiga quiere que espante a su ex novio, pero yo no soy intimidante, no está en mí y ayer me la pasé practicando con unos amigos y aquí estoy explicándote todo esto cuando sólo vienes a hacer tu trabajo, disculpa —suspiró mordiendo el pan de nuevo.
—Tranquilo, mi descanso acaba de empezar —sonrió para sentarse en el asiento frente a él— soy Hyunjin.
—Bueno, ya sabes mi nombre, digo, me lo pediste para el pedido...
—Lo sé —rió mientras asentía— bien, la mirada está bien, la postura no tanto, te hace ver muy tierno —rió poco— yo creo que deberías aligerar más los hombros, relajarte.
—Okay, puedo hacer eso.
—Luego, natural, lanza tu mirada asesina, esa que sacas cuando alguien se come el último postre de chocolate que te saboreaste tanto de camino a casa.
—Ugh qué molesto —murmuró rodando los ojos.
—Ahí está, esa es la mirada —aplaudió sonriente— eso sí me intimidaría si no supiera el contexto.
—¡De verdad! ¡Gracias! —sonrió en grande haciendo sus medialunas.
—De nada, si ocupas más consejos, Hwang Hyunjin —guiñó su ojo para levantarse e irse.
Ahora se sentía seguro, sólo debía pensar en la persona que se comió su último pastel de chocolate e imaginaria que el ex novio de su mejor amiga era esa persona para que pudiese funcionar.
Maratón 1/4
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𝗹𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘀𝗲𝗿 𝗶𝗻𝘁𝗶𝗺𝗶𝗱𝗮𝗻𝘁𝗲. ❛sanwoo.
Fanfictionㅤ❝𝗵𝘁𝘁𝗽://﹫𝗹ɘ𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻ɘ𝘀.𝗽𝗮𝗿𝗮𝘀ɘ𝗿.𝗶𝗻𝘁𝗶𝗺𝗶𝗱𝗮𝗻𝘁ɘ.𝗰𝗼𝗺 ㅤㅤㅤ৫ 𝐚𝐧 𝐚𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧 𝐭𝐨 𝐰𝐨𝐨𝐬𝐚𝐧 ¡! Su mejor amiga está harta de que su ex novio esté enviándole mensaje tras mensaje y rogándole por una nueva oportunidad, al...