4. Esa maldita fiesta, parte dos.

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La chica que permanecía mirándome tan sumamente mal, estaba deslumbrante esa noche, un vestido negro abierto por el pecho dejando ver parte de este, unas botas altas de plataforma junto con unas medias negras, haciéndola ver aún más imponente que de costumbre. Esta vez llevaba unas gafas redondas plateadas, de accesorios un collar negro y un broche de cruz en su vestido oscuro ya mencionado. A esta mujer todo le quedaba bien.

- Buenas noches Hange, ¿Cómo estás? - le hablé a la mayor con un sonrisa intentando entablar conversación con ella y averiguar porque me había mirado tan mal

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- Buenas noches Hange, ¿Cómo estás? - le hablé a la mayor con un sonrisa intentando entablar conversación con ella y averiguar porque me había mirado tan mal.

- Buenas noches, Pieck, bien - respondió la mayor con un tono muy cortante - ¿Por qué no me hablaste cuando te di el número? - pregunto frunciendo el ceño mirándome a los ojos, antes de poder responder bajo su mirada a mi cuello y cambio su cara a una de entre asco y enfado.

- Estaba a punto de mandarte un mensaje cuando Ymir me invitó a venir - le expliqué a la mayor con suma vergüenza, dios si simplemente le hubiera mandado ese maldito mensaje.

- ¿Paso algo con Annie en el armario? - preguntó la castaña con una mirada de desesperación.

¿Por qué me estaba preguntando eso? Un escalofrío recorrió mi espalda hasta la cabeza, quería que me trágase la tierra, que se incendiara la casa, no sabía donde meterme.

- ¿Por qué me estás preguntando eso? - No sabía que intenciones tenía, había que ser precavida en ese momento, lo mejor era preguntar, antes que mentir o decir la verdad.

- Es que Annie, es la prima de Zeke y como se entere de que es lesbiana lo va a pasar muy mal -

Gracias al cielo, lo que le importaba saber era por Annie no por mí. En parte me deprimí, porque esto cortaba totalmente la idea de que ella se hubiera fijado en mí, pero por otro lado no estaba disgustada conmigo.

Fuimos interrumpidas por la rubia andrógina que traía mi bebida.

- Aquí está su Martini querida - me entrego el vaso de tubo frío con la bebida - por cierto me llamo Yelena - me lanzó un beso volado y siguió su camino.

Pensé en algún tema que del que poder hablar con Hange. Aveces me parezco un poco superficial, por querer conocer a una persona solo por su apariencia, pero es que esa mujer llamo excesivamente mi atención.

Empezó a sonar una canción muy conocida para mí. Disminuyó la intensidad de las luces y todos se buscaban su pareja, hasta que quedamos hange y yo sin una.

- ¿Bailamos? - preguntó la mayor, al ver que todos se levantaban para danzar pegados.

- Claro preciosa - Sus mejillas tornaron una tez roja y las mías parejas a las de ella. Porqué tuve que decir "preciosa" nunca puedo callarme cuando se trata de alguien que capta totalmente mi atención. Sus manos recorrieron mi cintura y las mías viajaron hacía sus hombros, había un pequeño espacio entre nosotras, que según la canción avanzaba, disminuía.

Mi acompañante se acercó a mi oído y susurró.
- Estás increíble - la mayor aprovecho la corta distancia para darme un beso en la cabeza, ya que está me sacaba unos cuantos centímetros.

Bajé mi mirada ante su comentario, no quería que ella viese lo colorada que estaba.

De repente la música paró y las luces empezaron a tornar colores aleatorios, cuando todos escuchamos una voz hablar desde fuera, Hange y yo nos miramos confusas y caminamos hasta aquel vocablo.

- LLEGÓ EL MEJOR ANFITRIÓN SEÑORAS Y SEÑORES EREN YEAGER, aquí mi hermano les repartirá lo que estabais esperando polluelos míos - Dictó un chico castaño que al parecer era el hermano de Zeke.

El gran rubio se aproximó a nosotras, entregándonos una bolsita plástica atada con un nailon y con una sustancia blanca dentro.

- ¿Qué es esto? - Le pregunté a la castaña. Al primer momento pensé que era algún tipo de droga y probablemente no fallaría.

- Es cocaína, siempre nos regala un poco en todas sus fiestas, agh, puto barbas, no creo que la quieras probar pero por si acaso... - me arrebato de un manotazo  la bolsita de las manos.

- No la quería probar tranquila mujer.. ¿Qué vas a hacer con ella? - le pregunte a Zoe mientras le retiraba hacia su oreja uno de sus mechones de pelo que caían en su precioso rostro.

- revenderlos, no es mucho, pero para que caiga en manos de alguno de estos, prefiero que caiga en "nariz" de otro, mejor dicho - Me dio la impresión de que sabía mucho de drogas o sustancias tóxicas por este momento y porque estaba estudiando la carrera de bioquímica, sino me hubiera asustado bastante.

- ¿A quién piensas traspasarla? - No quería seguir con ese tema pero realmente quería saber. Mis amigos siempre me habían dicho que era muy cotilla, yo prefería llamarlo curiosa. Aunque en este caso quería saber por Hange.

- A Erwin Smith, mi profesor de matemáticas, él sabrá que hacer con ella - me quedé petrificada ante su respuesta, ¿Un profesor de la universidad? ¿Por qué sabía esas cosas de su profesor y porque él las hacia?

Continuará...

//Nota de autora//

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//Nota de autora//

¡buenas! espero que les esté gustando este fanfic, es el primero que hago y voy a intentar actualizar cada dos días, estoy de vacaciones así que cumpliré el horario. Perdón si tengo faltas de ortografía o no se me entiende muy bien, es el primero que hago y estoy aprendiendo, tenedme paciencia y muchas gracias por llegar hasta aquí <33.

instants; hange zoe & pieck finger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora