9. Manipulador.

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Jean me había escrito varias veces, para reiterarme y amenazarme sobre el maldito video.

Habíamos quedado en que lo hablaríamos, los dos solos en mi casa, el lunes después de clase, cuando el oscuro negro del cielo inundará las calles.

Connie se llevaría a Sasha, como no, a comer, no iba a decir que no a una cena gratis.

El día de clases transcurrió tranquilo, nada que destacar, lo único extraño que confirmaba algunas de mis sospechas, es que divisé a Historia de la mano con Mikasa en uno de los pasillos cuando me dirigía a unas de mis clases.

Nuevamente eso no confirma nada de que tengan algo más que una amistad.

Al llegar a casa estaba las luces apagadas, al parecer Connie ya se había llevado a Sasha, que al parecer era la única de nosotros que no sabía nada de mi negocio con Erwin.

Me puse cómoda y esperé a Jean.

Al ver uno de los sobres que tenía que entregar mañana a un alumno, tenía escrito en negro, "escopolamina" más coloquialmente conocido como burundanga, el tener tanto contacto con las drogas indirectamente, me había hecho saber bastante sobre ellas.

Recorrió toda mi mente la idea de drogar a Jean y borrar esa grabación, pero inmediatamente se me olvidaron esos pensamientos al oír el timbre del apartamento.

- Buenas noches. - Dijo Jean lanzando una mirada de arriba abajo en mí.

Llevaba un pantalón corto de pijama, una camisa cualquiera y unos calcetines blancos, nada del otro mundo, aún así sentía su mirada como si llevará la ropa más exigente y provocadora.

- Buenas noches, pasa Jean. - Dije al castaño claro, señalando con el brazo el sofá del salón abierto.

La noche fue un poco amena al principio, no hablamos directamente de lo mío, lo que me alegraba, pase un rato bastante agradable con mi amigo que hacía tiempo no teníamos.

Propuse tomar unas copas de lo que fuera que tuvieramos ahí y él aceptó, volvió en mi la idea de drogarle y hacer que borrara el maldito video, aún así, teniendo la oportunidad perfecta, no iba a hacerle eso a mí amigo, sería caer en el mismo juego que él.

Bebimos, bebimos mucho, yo más que él, me empezaba a sentir mareada y con frío, rozaban las 12 de noche y mañana teníamos clases.

- Lo siento Pieck. - Pronunció con dificultad esas palabras Jean, para abalanzarse sobre mí y besarme.

Sabía que le atraía, tenía razgos de la chica que hace un tiempo le gustaba y
sabiendo que él era un conquistador, tenía claro que en algún momento iba a suceder este momento.

Seguí el beso, lo menos que quería ahora mismo era enfadarle y que me jodiera.

El beso fue muy apasionado por su parte, yo solo intentaba seguirle el ritmo, la parte superior de mi boca me dolía por el áspero de su corta pero puntiaguda barba.

Se distanció de mis labios pero no de mi cara y me agarró las caderas, no quería seguir con esto.

A pesar de que no éramos nada más que amigas que aveces teníamos encuentros sexuales, me sentía ligada a Hange, no podía sentir deseo por nadie más que no fuera ella, y si pasaba algo esa noche me iba a sentir culpable.

- Jean... -

- ¿Qué pasa preciosa? -

- No deberíamos seguir con esto. -

- ¿Enserio crees que esa puta flipada va a ganarme a mí? - Termino de pronunciar las palabras, lamió y humedeció parte de mi cuello.

- ¡Para! - Grité, me aparté de su regazo y le abofetée con la más suma rabia de haber oído "Puta flipada" Sabía que se refería a Hange.

instants; hange zoe & pieck finger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora