n u e v e

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—¡Estoy en casa!— grité cuando cruce la puerta principal, no escuché ningún ruido así que supuse que mamá aún seguía trabajando—

Me dediqué a limpiar un poco la casa y a hacer la comida para cuando llegará mamá del trabajo.

Después de una media hora ya había terminado de recoger la casa y la comida ya estaba casi lista. Así que decidí adelantar algunas de las tareas de la Universidad. Hasta que escuché como se abría la puerta principal, dándome a entender que ya había llegado mamá.

—¿TN?, ¿Estas en casa?— dijo mientras dejaba las llaves en la mesa de la entrada—

—Sí, estoy en la cocina— grité—

—Me quede trabajando un tiempo extra, es por eso que apenas llegué, ¿Ya hiciste la comida?

—Ya, solo falta poner la mesa— asintió y fue por platos para ponerlos en el comedor—

Después de servir la comida y poner todo en el comedor, ambas nos sentamos para comer.

—Mamá— la llamé haciendo que su atención se centrará en mí—

—¿Qué sucede?

—Recuerdas lo que me dijiste sobre mi padre— me miró seriamente para luego asentir—

—¿Qué hay con eso?

—Yo...............quiero..................Yo voy a ir a Corea a conocerlo— se lo dije rápidamente pero logró entenderme y me miró enojada—

—Entonces si vas a dejarme

—No, no voy a dejarte solo voy a ir a conocerlo. Y volveré contigo

—Sabía que no debía decirte nada sobre ese hombre— se tomó la cabeza con frustración y fue hacia la cocina—

—Mamá, mamá ven aquí— dije mientras la seguía—

—No, ¿Dónde dejaste mis botellas que tenía en la alacena?— gritó mientras buscaba desesperadamente en todos los estantes de la alacena—

—Las tire todas a la basura, no te traen nada bueno

—¿Cómo te atreves?, las compré con mi dinero, ¿Sabes lo que me costaron? — gritó furiosa—

—Ni vayas a buscarlas a la basura por que no estarán ahí

—Ahora vuelvo, iré a buscar más— iba a salir pero la detuve tomándola del brazo—

—No, no vayas a beber de nuevo. Si lo vuelves a hacer, me voy de la casa definitivamente

—Igual te irás, si no te lo permito, siempre haces lo que quieres TN— dijo soltandose de mi agarre—

—No hables de cosas que no sabes mamá

—Ah no— rió— Siempre debes salirte con la tuya, que si quieres hacer eso lo haces y ni siquiera me dices, ¡Haces cosas sin mi permiso!

—¡¿Cuando eh hecho algo sin decirte?!

—Te fuiste a trabajar con la anciana de la boutique al final de la calle

—Increíble— reí— Te lo dije antes de ir, pero claro como siempre estabas intoxicada de alcohol nunca me prestabas atención, ¡No fui a mi graduación de bachillerato por cuidarte!

—¡Ahora me estas reclamando!

—No, no lo hago eso no cambiaría nada— suspiré y toque el tabique de mi nariz como signo frustración— Escucha, ya compré el boleto y me iré en vacaciones de verano

—¿Qué?

— Solo, ¿Podrías ir a una clínica de rehabilitación en lo que regreso?, por favor

¿Hay dos como tú? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora