¿Hay dos como tú?

d i e c i n u e v e

—¿En que nos iremos a la casa?— preguntó Soomin—

—Nos iremos en mi coche Soo, yo los llevaré

—Pensé que venías en motocicleta— dijo el señor Ko a lo cual negué—

—No podía dejarlos aquí solos, cuando yo mismo puedo llevarlos— comencé a caminar hacia mi coche— Andando, esta por allá— llegamos a este y abrí la puerta del copiloto para que Soomin entrará— Será mejor que tú fueras enfrente

—¿Si?

—Yo iré en la parte trasera, dame las muletas— dijo el señor Ko mientras le extendía la mano para que le diera las muletas—

—Sujetate de mis hombros Soo— dije acercándome a ella para tomar su cintura, a lo que ella se sonrojo un poco. “Que tierna” pensé— Agacha un poco la cabeza, así es, ahora mete la pierna, ahora con cuidado mete la otra, ahora el cinturón de seguridad— dije para después ponerselo—

—Gracias Kook— dijo sonriendome—

—Voy a cerrar la puerta— asintió y cerré la puerta del coche— ¿Ya están todos listos?

—Vayamos a casa— dijo el señor Ko y esa fue la señal para comenzar a conducir—

Conduje un par de minutos hasta que pudimos llegar a la casa.

—¿Esta es mi casa?— dijo mientras miraba asombrada—

—Claro pequeña, aquí viviste toda tú infancia

—Y esa casa que esta al lado, es donde yo vivía

—¿Por qué ya no vives ahí?— me miró—

—Bueno mis papás quisieron volver a Busan y me dijeron que me mudara a un departamento, vendieron la casa y pues yo tuve que buscar otra

—¿No podrías vivir aquí de nuevo?— me preguntó de la nada, solo atiné por mirar al señor Ko por el retrovisor mientras el solo se encogia de hombros— Solo............. sería bueno si vives de nuevo cerca y si eso me ayuda a recordar

—Tal vez tengas razón, pero no creo que las personas en la casa quieran vendermela de nuevo

—Ooh escuche que se mudaran a España y dejaran la casa, podrías hablar con ellos

—Parece que el destino esta a tu favor Soo

—Bajemos— dijo el señor Ko y yo baje de nuevo para ayudar a Soomin—

—Dame la mano— le estire la mano, la ayude a levantarse para que tomará las muletas las cuales fueron dadas por su padre— Listo, ahora si creo qje debería irme

—No espera Jungkook, ¿No quieres quedarte a comer?

—Será en otra ocasión señor Ko, debo ir a la agencia tengo trabajo que hacer

—Bueno entonces ven cuando tengas tiempo— asentí— Nos vemos luego

—Nos vemos señor Ko— dijo para luego dirigirse a la casa, para abrirla y que fuera más fácil para Soomin—

—Me hubiera gustado que te quedarás a comer— dijo haciendo un puchero—

—Será en otra ocasión Soo, ahora tengo trabajo— dije mientras apretaba su mejilla—

—Recuerda que debes mudarte de nuevo, para que regresen los recuerdos— asentí—

—Tengo que irme, deberías entrar a la casa

—Gracias Kookie— sonrió y me abrazo con su mano libre—

—Haría lo que sea por ti Soo— correspondí a su abrazo—