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Se les informa a todos los pasajeros que estamos arribando al aeropuerto internacional de Incheon— dijo el piloto del avión, ya habían pasado unas 12-14 horas desde que subí al avión y en todo el trayecto no pude dormir, no se si fue por la emoción o por el miedo a que se cayera el avión—

—Bajen todos con cuidado y no olviden sus pertenencias— dijo la señorita azafata—

Tomé mis maletas y salí del avión para dirigirme a buscar algún hotel u hostal para quedarme a dormir, aunque bueno gracias a una aplicación será más fácil encontrar algún lugar.

Caminaba hacia la salida, tratando de buscar algún lugar en donde pudiera quedarme, encontré uno llamado “Choco Residence” que esta ubicado en el distrito Mapo-Gu y además tenía muy buenas reseñas así que pensé que sería bueno quedarme ahí.

—¿Sabe dónde queda el lugar “Choco Residence?— le pregunté al señor del taxi—

—Oh, si muchos pasajeros me han dicho que los lleve ahí

—¿Me podría llevar ahí por favor?— asintió y comenzó a conducir hacia el lugar de hospedaje—

—¿Ya nos habíamos visto antes?— preguntó el señor mientras me daba una mirada rápida por el retrovisor—

—No creo, es la primera vez que vengo a Corea, a lo mejor se esta confundiendo con otra persona— asintió y continuo con su camino—

Durante el trayecto de camino el señor iba diciéndome cuales eran los lugares que debía visitar, los que en su opinión eran los más representativos de la ciudad de Seúl, fue muy amable. También me dijo que si en algún otro momento necesitaba transporte lo llamará, así que me dio su número de celular.

—Gracias por su amabilidad— le dije cuando me ayudo a bajar las maletas— Y también gracias por el recorrido

—No hay por que agradecer, me gusta compartir cosas sobre mi bella cultura— sonrió— Bueno, tengo que seguir trabajando— asentí— Nos vemos después señorita, llámeme si necesita algo

—Si, muchísimas gracias— le sonreí e hice una reverencia—

Entré al lugar y me recibió una señora que no pasaba de más de los 45 años.

—Oh, Hello— dijo hablándome en inglés, tal vez pensará que no hablo coreano—

—Ah, Hola— dije haciendo una reverencia— ¿Tiene habitaciones disponibles?

—Hablas muy bien el coreano— le respondí con un gracias y después se puso a revisar en su computadora— Si, tenemos unas 4 habitaciones disponibles ¿Quieres una?

—Escuché que el lugar tiene muy buenas instalaciones, así que pues................deme una habitación, por favor

—Claro— me explicó todo lo necesario para después darme una llave que era la de mi cuarto— Disfruta tu estancia— sonreí e hice una reverencia en agradecimiento—

Después de desempacar todas mis cosas y acomodarlas, decidí que sería bueno salir a dar un paseo, total, no era tan tarde.

Caminaba por las calles cercanas ya que no tenía mucho conocimiento sobre estos lugares y me sería muy fácil perderme.

Caminaba tranquilamente cuando alguien paso corriendo a mi lado y me arrebato el celular.

—¡Oye! ¡Vuelve!

¿Hay dos como tú? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora