Capitulo 25 Todo de vuelta...

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(advertencia:contenido adulto)

"...Mi vida cambiara...bueno ya me ha cambiado por completo...ahora tengo que recuperar lo que le pertenece a mi familia...mi verdadera familia..."

-¡¡¡¡¿¿¿Qué????!!!!!- un grito se escucho en el palacio del reino dorado, poveniente del progenitor de la joven de cabello dorado, lo primero que veias sus ojos en la carta, era que tenia extrictamente prohibido ir a visitar u llegar a la casa del conde Black y ver a su hija hasta nuevo aviso, incluso si llegase ha desobedecer lo llevaría a la cárcel, tambien iba la advertencia a su madrasta y sus hijas, quienes recibirían las mismas sansiones si ocurria lo mismo

-cariño ¿Qué sucede?-llego alarmada su esposa acercándose al escritorio mientras este golpeaba la mesa con su puño

-¿Qué has hecho, Beryl?-le pregunto severo y furioso

-¿Qué? ¿de que hablas cariño?

-hablo de esto-le arrojo la carta sobre la mesa, ella solo pudo identificar las letras grandes, las cuales decían

PROHIBIDO ACERCARSE A LA MASION BLACK

-no entiendo...-menciono la mujer cuando esta recibió una cachetada por parte de su esposo

-¿fuiste a molestar a mi hija?

-claro que no!-le respondio alterada- ¿Por qué la molestaría en primer lugar? Ella esta casada con el conde ¿Cómo se te ocurre molestar a la familia mas cercana al imperio?

-por lo mismo, porque mi hija es su esposa ¿o quieres cambiarme Beryl? Por un hombre mas joven o con mayor posición ¿o por una de tus hijas? ¿las venderás?

-no te hagas el inocente- replico ella con una sonrisa sarcástica –tu has vendido a tu única hija a ese hombre ¿tu crees que es feliz con él? Sabiendo su pasado de tirano que es

-eso fue tu idea, tu me dijiste que le buscara un esposo y la envié con el mejor candidato-respondio

-la vendiste, solo dices para no sentirte culpable-contesto Beryl con una sonrisa maliciosa- si quieres saber de tu hija, haya tu, es tuya y la has vendido, como lo que hiciste con tu otro hijo

-¿Cómo lo sabes?-respondio sorprendido

-no me subestimes cariño, se mas de lo que imaginas y se que ese niño creció y tarde o temprano, vendrá por ti –respondio con un a sonrisa maliciosa saliendo de la sala, cerrando la puerta recargándose sobre ella mordiendo su labio inferior –maldita mocosa- pensó furiosa-ya me las pagaras, hay algo que el conde que quiere que vayamos a verla, me pregunto que será...

(...)

-amor...amor...hay que despertar...-menciono la joven de cabellos dorados, recostada sobre la cama a su lado, luego de hablar con Darien y decirle la verdad, su esposo no la dejo salir de la habitación el resto del día dejándola completamente agotada, no entendía como tenia tanta energía, sin duda su esposo no se cansaba con solo una ronda entre las sabanas, mas ahora que estaba embarazada, pero no podía negar que su libido había aumentado hasta las nubes, sintiéndose un poco avergonzada por ello, sin mas después de tanto intentos de hacerlo despertar, obligándola a ponerse de pie o de lo contario sus damas de compañía vendrían por ella-amor, tenemos que levantarnos...-menciono como ultimo recurso, sin embargo negó la cabeza para salir de la prisión de brazos de su esposo y levantarse, solo logro posar los pies sobre el suelo cuando fue llevada nuevamente a la cama

-¿Por qué huyes?-le pregunto con una sonrisa ladina y seductora- ¿Por qué te quieres levantar? ¿hay un motivo especial que no sea yo?

-no..., solo que mis damas vendrán por mi pronto y nos...encontraran así...-suspiro al sentir como él le acariciaba sus piernas con delicadeza

-¿y que tiene? Somos un matrimonio, con un bebe en camino-respondio besando su vientre con cariño-y quiero disfrutar a mi esposa, ahora que puedo...-abrió sus piernas con delicadeza, siguiendo con los besos en su vientre dejando un rastro húmedo en su camino alcanzando su feminidad

-Diamante...-dijo con voz entre cortada, al sentir su lengua adentrarse en lo mas profundo de su ser haciéndola gemir altamente, al borde del descaro ¿Cómo tenia tanta energía luego de lo que paso la noche anterior? Se preguntaba internamente, él seguía saboreando su lugar favorito con total descaro, notando como su néctar aumentaba con cada caricia, no zaceado con eso, llevo sus manos hacia su pechos para masajearlos mientras ella arqueaba su espalda para sentirlo completamente, el calor de sus cuerpos les dejaba una capa de sudor en su piel viendo a su esposo mas atractivo sintiéndose desesperada por sentirlo en su interior, incluso quería expresarlo, pero le daba cierta vergüenza decírselo, utilizando sus manos para tomar su rostro y mirarlo con cierta impaciencia, sonrió complacido al sentir su climax, subiendo hasta su rostro para besarla con intensidad, recostándose sobre ella sin llegar a aplastarla del todo, pero la giro sobre si, dejándola a ella arriba, deslizándola a través de su miembro palpitante deseoso por entrar, dejándola sentir cada centímetro de su ser, el gemido entre ambos se dejo escuchar por toda la habitación, no espero la intromisión de su cuerpo cuando ella comenzó a tomar el control de la situación, subiendo y bajando con un tortuoso vaivén, que hacia colapsar todos sus sentidos, perdiéndose en una danza del placer inigualable, Diamante echaba su cabeza hacia atrás inundado de placer, dibujando su silueta con sus manos hasta llegar a sus pechos para apretarlos deliciosamente hasta hacerla soltar gemidos mas altos

-Serena...te amo...- gruño al sentir que ya no podía mas, moría por tener él, el control pero sabia que estaba en cinta y temía que podía causar algún daño a su bebe, se conocía lo rudo que podía ser algunas veces entre las sabanas con su esposa

-yo...ah...te amo- respondio alcanzando ambos un climax que solo la hizo, recostarse sobre él con la respiración completamente agitada, recuperando la respiración junto con su esposo, quien deseoso de mas, le acariciaba su espalda, pero debía dejarla descansar, la observaba tan hermosa sobre él que no quería que esa visión se terminara, pero tenia razón, un nuevo día comenzaba para ambos y uno muy importante por lo demás

-Serena...hoy es el día en que tu hermano recibirá un titulo político, eso nos servirá para que pueda tomar su lugar en la casa de tu padre ¿estas lista para eso?

-si...-menciono haciendo círculos sobre su pecho- Darien se lo merece, es mi hermano...

-¿y tu no?

-lo que quiero esta a mi lado ahora, no necesito a nadie mas-respondio escondiéndose sobre su pecho, sacándole una sonrisa a su esposo de manera tierna

- yo igual, te protegeré de todo lo que venga de ahora en adelante...


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Holaaa gracias por leer y comentar, mi bella historia, espero que les haya gustado, mil abrazos!!!

La esposa de un tirano  (Serena y Diamante)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora