Querido Verano:
Quiero que vuelvas. Por favor, te lo suplico. Necesito que las cosas vuelvan a ser como antes, quiero ser feliz otra vez. Con vos éramos más felices, verano. Papá se fue cuando empezaste, no sé por qué se fue, un día estaba y al otro no, pero fue para mejor. Mi casa estaba en paz, podía jugar con mis hermanos a todo lo que yo quisiera y mamá sonreía todo el tiempo. Ahora tiene una sonrisa fea. Mauri le partió un diente, uno de los de adelante, pero como no nos alcanza la plata no puede pagar por el arreglo. Mauri es el nuevo novio de mamá, lo odio. Es igual a papá, solo que es todavía más alto y musculoso, lo que significa que pega más fuerte. No entiendo por qué mamá siempre termina con hombres así, ¿no va a aprender nunca?
La semana pasada Nico y Nina estaban jugando un juego de mesa conmigo. Jugábamos al Life, es mi favorito, porque vas girando la ruleta y tenés una vida linda. Estudias lo que te gusta, yo veterinaria, te casas, tenés hijitos y vivís feliz para siempre. Yo quiero ser así cuando sea grande: feliz. Voy a ser veterinaria, voy a casarme con un enorme vestido blanco lleno de tul, como el de mi tía, y voy a tener dos hijos, Cora y Juan. Pero bueno, sigo con la historia, Nico, Nina y yo estábamos jugando al Life cuando Mauri volvió del trabajo. Abrió la puerta de un portazo que hizo un ruido re fuerte. Tenía olor horrible y se tambaleaba.
"Hola amor" dijo mamá cuando se acercó para ayudarlo. ¿Vos entendés por qué mi mamá ayuda a un hombre así, verano?
"¡Salí de acá vieja de (y una palabra que mamá no me deja usar)!" gritó Mauri y tiró a mi mamá contra la pared.
Mis hermanos se levantaron de la mesa al instante, pero yo seguía sentada con mi pequeño autito rojo en la mano. Nina me hizo a upa y Nico fue a levantar a mamá. Mauri se acercó a la mesa, sacó una silla haciendo mucho ruido y se sentó, mientras tanto mi hermana retrocedía lentamente hacia nuestra habitación. Mamá se tocaba la parte de atrás de la cabeza sentada en el sillón, donde Nico la había dejado para ir a buscar hielo.
"Nicolás, tráeme una cerveza" gritó Mauri.
Se hizo silencio. Mamá quiso levantarse para responder al pedido de su novio, pero Nina la fulminó con la mirada y volvió a apoyar la espalda en el sillón.
"Vos estás en pedo Mauro" dijo mi hermano acercándose a mamá para darle el hielo.
A Mauri no le gustó lo que dijo Nico. Se levantó de la silla y golpeándola la hizo caer al suelo, haciendo el tercer ruido fuerte de la noche. Me agarré fuerte de la remera de Nina.
"¿Qué me dijiste, Nicolás? ¿Qué me dijiste (otra malapalabra)?" Mi hermano se alejó de mamá y nos miró, haciéndonos una seña para que nos vayamos, así que entramos a nuestra habitación y cerramos la puerta.
Se escuchó el primer golpe, seguido por los llantos de mamá que hicieron que me pusiera a llorar. Nina me empezó a acariciar el pelo y a decirme que me calmara y no hiciera ruido, porque si no iba a venir por nosotras. La vez anterior nos había tocado a las mujeres, me quedó el ojo violeta, tuve que faltar al colegio una semana. Más golpes, los llantos de todas eran cada vez más fuertes. Después mamá gritó.
"¡Mauro, por favor no! ¡Bajá eso! ¡NO! ¡Nico!" y luego se escuchó el ruido de la puerta al cerrarse.
Nina se paró y abrió la puerta de golpe. Mamá lloraba como loca acariciando muy fuerte el pelo marrón de Nico. Él estaba tirado en el piso, sobre un charco rojo.
"Mamá, ¿qué pasó" preguntó Nina, mamá solo lloró más fuerte, así que se acercó a Nico y ahogó un grito. "Nova, tráeme el teléfono. ¡Ya!
Después todo pasó muy rápido, verano. Nina llamó a una ambulancia. Mientras tanto trataba de curar la herida de Nico y yo abrazaba a mamá, intentando que dejara de llorar. Llegó la ambulancia, que se llevó a mis hermanos. También vino la tía Evelyn, que nos llevó al hospital a mamá y a mí. Cuando llegamos revisaron a mamá que tenía varias cortadas y moretones.
Sigo en el hospital. Nina me compró un helado. Me gusta tomar helado en invierno, pero es más rico tomarlo con vos, verano. Mamá tiene la cabeza y la panza vendadas, ahora está durmiendo. Todavía no sabemos si Nico está bien. Me enteré por lo que hablaban Nina y la tía que Mauri le clavó un cuchillo en la panza, está muy grave. ¿Ves lo que pasa cuando no estás, verano? ¿Y si mi hermano no vuelve? ¿Por qué no puedo ser feliz como todas las nenas de ocho años? ¿Es mi culpa?
Verano, te lo pido solo por esta vez, volvé. Por lo menos un ratito. Solo quiero ser feliz.
Te extraña, Nova.
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Relatos de Otoño
RandomRelatos cortos que escribí en otoño y que no tienen ninguna relación entre sí.