-Observo sus brillantes ojos cafés de cerca encontrándome con sus pupilas dilatadas, bajo unos centímetros y me topo con su fina nariz, después aparecen sus rojizos labios hinchados, resultado de morderlos y lamerlos durante un largo rato; paso mi mano en toda la extensión de su trabajado pecho, haciendo reír al alfa.
-Min, debes salir pronto o mi padre puede capturarnos-. Regaño con voz suave.
Me da un pequeño beso en los labios y sale de mí, siento su ausencia pero me apresuro a subir mis pantalones, mientras que Minho acomoda su ropa. Si llegase a entrar mi padre podríamos decir que sólo estuvimos charlando.
-Tantos años haciéndolo y jamás nos ha visto- Se burla. -¿Crees que alguna vez lo sospechó?-.
Niego con la cabeza. -Está tan metido en sus propios asuntos, que poco le importan los míos-. Me recuesto boca arriba en la cama, Minho se acuesta a mi lado para abrazarme por la cintura y subir una de sus piernas a las mías. Quiero repetirle que mi padre puede entrar en cualquier momento, pero yo también quiero descansar.
Conozco a Minho desde que éramos niños, ambos sabíamos que nuestros padres nos iban a casar cuándo fuésemos mayores, así que siempre mantuvimos una buena relación amistosa; pero la verdadera diversión llegó con la pubertad, toda esa revolución hormonal y el celo lo controlabamos juntos en la cama, claro está que toda relación sexual es llevada a cabo a escondidas, puesto que para nuestras familias el tener sexo fuera del matrimonio es pecado. Y siendo sincero, cuando me sucede algo malo, le pido perdón a Dios por ser un pecador y le prometo que dejaré de hacerlo, pero ¡Oh dioses! Es tan delicioso decir cuánta barbaridad se me ocurre cuando estoy con Minho a solas.
Changbin, mi hermano mayor y próximo heredero del trono, entra por la puerta sin tocar. Minho y yo nos sobresaltamos. Me pongo de pie con rapidez y Changbin me mira con una sonrisa burlona de lado.
-¿Que no sabes tocar a la puerta?- Exclamo enojado.
-El rey quiere verte. Siéntete afortunado que yo abrí y no él, si no tu cabeza estaría rodando en unas horas- Se burla.
-¿Para qué me quiere?-. Por el rabillo del ojo observo a Minho ponerse de pie a mi lado, pasivamente.
-No soy su mensajero- Me dice ofendido.
-¿Entonces qué haces aquí, diciéndome que ha pedido por mi presencia?- Me burlo.
Changbin es más bajo que yo, así que me acerco a él queriendo dominar y mirando hacia abajo con desprecio, él toma mis mejillas con una mano y baja mi rostro.
-Soy buen hijo- Susurra entredientes a centímetros de mi rostro, después me suelta con fuerza y desaparece de mi campo de visión.
Sonrío burlón, miro a Minho y dejo un beso en sus labios. Salgo del conjunto donde están todas las habitaciones y voy en búsqueda de mi padre, que sé exactamente dónde está pero el pensar me divierte.
El día es soleado y con el cielo despejado. Soy dichoso por tener al mejor novio del mundo y por ser mejor que aquellos que viven a las afueras de mi palacio, además de poder disfrutar del esplendoroso clima que me ofrece Corea.
Con fingido respeto me acerco hasta mi padre, después que este me haya dado el permiso de entrar a su recinto e ir hasta él. Al caminar siento las miradas lascivas de los soldados en mi espalda, y no los culpo, soy increíblemente irresistible. Por esto último estoy bien con no ser la primera opción para el reinado, porque me gusta ser admirado y tener poder sexual, más no me gusta el poder de llevar la responsabilidad de los ciudadanos más bajos en mis hombros. Siempre me ha dado asco pensar en cumplir los deseos de personas de bajo rango.
Mi padre, sin darme una explicación, le llama con la mirada a un alfa de olor tan penetrante y varonil que tengo que tragar fuerte para no perder la cordura y quitarle la ropa allí mismo. El alfa es explícitamente hermoso, tiene cabello castaño y al parecer sedoso, tiene una nariz grande pero queda armoniosa con su forma del rostro, su espalda resalta a pesar de llevar prenda tras prenda encima, y su mirada es como la de un cachorro sin dirección; siempre dócil e inseguro. Me gusta.
-Tu nuevo sirviente- Suelta mi padre con hastío.
Frunzo el ceño. -¿Cómo dijiste?- Sueno sobreeducado, muy fingido.
-Tu nuevo sirviente- Repite y finalmente pone los ojos sobre mí. -No puedo cuidarte todo el tiempo, así que he decidido buscar al pueblerino más dócil y leal para que me diga cada cosa que haces mientras no te veo-.
Trago fuerte y frunzo los labios, ¿Qué carajos? ¿Sabrá que me acuesto con Minho?
Estoy dispuesto a discutir los pros y contras de tener a un sirviente a mi cargo, pero decido callar. Si mi padre quiere jugar, seré más hábil por ser más joven.-Bien- Acepto, intentando no sonar de mala gana pero al final termino por sonar grosero.
Mi padre asiente y me mira pidiéndome que me largue, y eso hago. Salgo echo una furia, y el sirviente caliente detrás mío. En cuestión de minutos estoy en mi recámara, le cierro la puerta en las narices al sirviente y me recuesto en mi cama. Estoy tan enojado que no me doy cuenta que Minho no está, hasta que observo una nota encima de mi almohada. "Siempre es asombroso estar y ser contigo, cariño, pero por hoy debo regresar a mi palacio y ayudar a mi padre con el reinado. Siempre tuyo, Minho."
Oh, sí, el pequeño detalle por el cuál tampoco seré rey: Seré desposado con Minho, quién sí será rey.
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scene stealers. (Chanmin/Seungchan)
Fiksi PenggemarSeungmin es un omega hermano menor de dos príncipes, tan rebelde y grosero cómo él sólo sabe hacerlo. Y Chan es un sirviente muy complaciente. • Omegaverse. • ¿Lemon? • Chan alfa/Seungmin omega. • Mención a otras parejas. • Se habla de temas delic...