Ni me acordaba de cómo llegué a la cama pero Aris estaba a mi lado durmiendo profundamente, el dolor de cabeza era punzante y estaba un poco nublado el día, ¿dónde estaba el verano?
Más tarde, Aris despertó y dijo que se sentía fatal. Decidimos quedarnos todo el día en cama y ver películas.
-¿Qué le dijiste a Blake ayer? Jayden dijo que se había ido molesto de la fiesta, creo que aún no llega, desde anoche.
-Le dije que dejara de tratarme así, siempre anda molestándome y ni siquiera hemos hablado. Solo me juzga, y en verdad, está haciendo desagradable este viaje, y solo llevamos un día.
-Olivia, siempre odias a todos.
-Sí, pero esto es enserio. Ayer me dijo que era una mimada, y bueno, terminó en la psicina- Aris puso los ojos en blanco.
-Así vas a seguir ahuyentado a todo el mundo.
-Mejor, no necesito que me traten así.
-Es cierto, estoy orgullosa.
-¿Y tú?
-¿Yo qué? -dijo incrédula.
-No me vengas con cosas, te gustó Jayden.
-¿A quién no le gustaría Jayden?
-Touché – nos reímos.
-No, enserio, aún ni lo conoces, pero ¿sentiste algo de química?
-Mucha, es fácil hablar con él. Pero de todos modos, no sé, no confío, siento que él y Blake son problemas.
Es cierto, con ver a ese par, además de derretirte, ya sabías que cualquier paso más allá con ellos gritaba CORAZÓN ROTO, en letras rojas mayúsculas. Y de ese que duele, que te aprieta el estómago, del que queda ahí, palpitando apenas, por lo que pudo ser.
-Sí, solo ve con ciudado.
-Tú igual con Blake.
-Yo no voy a ningún lado con Blake- dije molesta.
-Bueno, como digas.
Le tiré una almohada, Aris bajó a la cocina a buscar distintas golosinas y snacks, ninguna tenía ganas de almorzar, ya eran las dos de la tarde y venían recién despertando. Nos acurrucamos y Aris me pidió que le acariciara su pelo. Vimos una serie completa hasta que comenzó a esconderse el sol. Ian tocó a la puerta y le dije que pasara.
-Via, amor, no te has levantado en todo el día, y tú tampoco, Aris. Arriba, vamos a hacer una fogata en la playa y a conversar un rato. ¿Se animan?
Miré a Aris y se levantó para cambiarse en el baño. Ian se acercó a mí y me dio un abrazo, nos quedamos en silencio.
-¿Cómo estás? Ni te he visto.
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Olivia Ross
Teen FictionTe culpas por haber confiado en él. Te culpas por haber confiado en el amor, te culpas por haber jurado que estabas destinada a estar con él. ¿Y qué hizo él? No es tan fácil de explicar. Antes que nada todo comenzó gracias a algo...Una sonrisa, una...