Mamá estaba conmigo, me abrazaba y podía escuchar su risa. Estábamos sentadas en el patio de nuestra casa, las flores tenían más colores que nunca, estaba feliz, sentía un calor que me llenaba. Me estaba contando sobre cuando era pequeña y vivía con su madre, mi abuela. No lograba recordarla, tenía cinco años cuando falleció y mis recuerdos eran vagos, a veces incluso me preguntaba si es que eran reales. Podía sentir el aroma de mi madre, no recordaba cuándo había regresado. De repente se nubló, miré al cielo y luego a mamá, que ya no estaba, me llevé la mano al brazo y me empezó a latir el corazón con fuerza, tenía miedo.
Dolor. Me dolía, me costaba respirar.... Mi brazo me dolía, el derecho, punzaba. Quería moverlo pero no lo sentía, algo no me dejaba. Quería abrir los ojos pero no podía, escuchaba un grito, como si viniese de abajo del agua. «Via...Via...Despierta, Via... ». Traté de abrir los ojos pero era mucha luz, y además me dolía todo el cuerpo. Lo intenté de nuevo, despacio, estaba borroso, todo se fue aclarando...
-Denle espacio -reconocí la voz de Aris.
-Via, ¿estás bien? -dijo Blake mientras me sostenía la mano.
Cuando pude ver más claro, tenía la cara de Blake muy encima, los ojos miel, una mirada tan cálida y que me traería el dolor más grande a la vez. Tocí, el agua estaba volviendo a mi garganta y pude respirar mejor, me intenté sentar pero Blake me sujetó, empujándome hacia el suelo de nuevo.
-No, Via. Te pegaste fuerte, no te puedes levantar aún.
-Me duele el brazo – dije despacio.
-Lo sé, pero no es grave, vas a estar bien. Solo tenemos que curarte y debes descansar.
-Via, me alegro mucho de que estés bien – me sonrió Aris.
Sonreí levemente y cerré los ojos de nuevo. Respiré unos segundos más, vi mi herida, los chicos ya me habían bajado el traje hasta la cintura y tenían envuelto mi brazo con una tela.
-Te voy a llevar en brazos, Via. Y sin protestar, es un aviso. - No alcancé ni a decir algo, Blake puso sus brazos bajo mi espalda y me cargó. Honestamente me sentía muy mal como para decir algo o quejarme. Me dejé cargar y puse mi cabeza en su pecho, el aún estaba con su traje, las gotas de su pelo me caían en la mejilla y solo podía pensar en que me podía quedar siempre así.
***
Blake y Aris me curaron el brazo y me pusieron una venda bien asegurada, la herida no era tan profunda pero el golpe es lo que más me dolía, ya se estaba poniendo morado. Me dejaron descansar unas horas, dormí y luego Aris subió con el almuerzo y conversamos un poco. Me comentó que Jayden estaba muy interesado en seguir viéndola después de este viaje a la playa. Estábamos conversando muy animadamente, en verdad me alegraba por mi amiga, hasta que Paul abrió la puerta y de repente tenía a todos en la habitación.
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Olivia Ross
Teen FictionTe culpas por haber confiado en él. Te culpas por haber confiado en el amor, te culpas por haber jurado que estabas destinada a estar con él. ¿Y qué hizo él? No es tan fácil de explicar. Antes que nada todo comenzó gracias a algo...Una sonrisa, una...