Capítulo VI

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Parte de mí se sorprendió al ver a Blake ahí, honestamente pensaba que no iba a llegar a la fiesta, siempre estaba afuera muy desaparecido, haciendo quién sabe qué

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Parte de mí se sorprendió al ver a Blake ahí, honestamente pensaba que no iba a llegar a la fiesta, siempre estaba afuera muy desaparecido, haciendo quién sabe qué. Pero sus palabras se quedaron sonando una y otra vez en mi cabeza: «Qué pena que no me reconozcas al tacto aún, Olivia. Créeme que si pasa, no se te va a olvidar. »

Blake podía ser muy molesto pero es inevitable pensar en el primer día que lo vi, me llamó la atención de inmediato, sobre todo su estilo relajado pero siempre elegante, pero quién diría que ese detrás de su fachada de roba corazones, había alguien tan inmaduro e indiferente. No lo conocía por completo, eso es verdad, pero no me interesaba en absoluto.

Volví a la realidad y me acerqué a su oído, rozando el cuello de su camisa con mis labios, mi aliento contra su piel hizo que se moviera un poco:

-Pues no va a pasar, Hyde. Sigue soñando- volví a mi lugar y me miró seriamente.

Pasé por su lado y volví donde Aris.

-Ni se te ocurra hablar, Aris. Vamos a bailar y necesito un shot...o dos.

-Como tú digas, Olivia -se rió.

Íbamos camino a buscar algo para beber con Aris hasta que Ian me interceptó.

-Necesito hablar contigo- dijo con una voz ronca y cara de pocos amigos.

-¿Todo bien? -pregunté confundida.

-Acompáñame.

Miré a Aris confundida y ella dijo que iría por nuestros tragos. Subimos a una habitación que estaba vacía con Ian y cerró la puerta.

-¿Qué fue eso?

-¿Lo de Blake? – Ian asintió- Un juego. Vamos, no me vas a decir que estás celoso.

-Sabes claramente que no. Pero pensé que lo detestabas, no me trae buenos presentimientos.

-Ian, amo tus presentimientos, creo mucho en ellos, pero sigo detestándolo para tu información.

-Ten cuidado, Olivia. No sabemos nada de Blake, tal vez hay una razón por la cual no lo mencionan generalmente en su familia.

-Lo sé, Ian, gracias por preocuparte, pero te digo que no pasa nada. Fue solo un juego, y no me puedes decir que no está guapísimo, tenía que seguirle la corriente, le gusto, lo veo en sus ojos. Pero es muy cobarde e inmaduro, nunca lo admitiría.

-Pues no creo que me agrade la idea de que le gustes o que lo encuentres guapísimo, porque vale, sí -sonrió y lo imité-. Solo quiero lo mejor para ti, lo sabes.

Me levanté de la cama hacia Ian que estaba parado en la puerta y le di un abrazo. Lo iba a extrañar, no quería que este verano terminara. Mi mejor amigo se iba, mi mejor amigo ya no sería mi novio, mi mejor amigo sería libre, y yo no iba a estar ahí para verlo.

***

Cuando bajamos a la fiesta, nos fuimos caminando tomados de la mano. Uno pensaría que una relación "falsa" aquellos son momentos incómodos o difíciles de fingir, pero con Ian nunca fue así, me gustaba tomarlo de la mano y que estuviera a mi lado. En general, las muestras de afecto y cariño nunca fueron incómodas, eran parte de nuestra relación hace mucho tiempo.

-Olivia, te estaba buscando- me paralicé al escuchar la voz de Blake-. ¿Me darías un segundo con ella, Ian?

-La verdad creo que no me apetece – le apreté el brazo como diciéndole que parara.

-Sí puedes. Pero tienes solo segundos, Hyde.

Ian se quedó mirándonos al ver como salíamos al jardín, Blake iba detrás de mí, la camisa arremangada, mostrando sus tatuajes, podía ver fijamente al inicio de su mano izquierda, con la que sostenía su vaso, una calavera que emanaba humo negro por sus ojos. Era un diseño hermoso, subía por la parte inicial de su brazo.

Me detuve en dos sillones blancos de jardín que estaban cerca de la piscina, me senté. Blake me quedó mirando y se sentó en el mismo sillón que el mío, apenas cabíamos.

-Se supone que el otro era para ti.

-Prefiero aquí.

Hubo un silencio y lo quedé mirando a sus ojos miel.

-No puedo leerte, Blake. ¿Qué escondes?

-Te podría hacer la misma pregunta – bebió un sorbo sin dejar de mirarme-. Quería hablar contigo. He sido distante y te juzgué sin conocerte, te pido disculpas.

-No me digas que con tocarte unos segundos ya me amas, Hyde. Si es por eso que me estás pidiendo perdón, no va a pasar- se rio y mostró el piercing de su lengua, no pude evitar pensar cómo se sentiría besarlo.

-Mucho ego, Olivia.

-Tómalo o déjalo.

-Pues lo tomo -me dio un leve codazo.- Es enserio, Via. ¿Puedo llamarte Via? -asentí- Te pido disculpas, otra vez, no hice bien en pensar que eras como todas las chicas mimadas de Calabasas.

-En verdad que fuiste muy insoportable todos estos días, aún no sé, estás a prueba. Solo no molestes más y disfruta, quizás podamos ser amigos, quién sabe. Disculpa aceptada -me levanté- Si me permites, voy a ver a...

Se levantó rápido y me tomó de la cintura, me apegó a él.

-¿Qué haces?

No alcancé a hacer nada y Blake me había empujado a la piscina con él. Lo iba a matar.

-¡¿Pero cuál es tu problema?!

-Tú – sonrió y me lanzó agua.

Traté de acercarme a él para decirle algo y fue más rápido que yo, me tomó del brazo y me pegó contra la pared de la piscina.

-La disculpa era real, pero esto es una venganza, por creer que me puedes humillar al frente de todos como el otro día en la azotea, Olivia. No juegues con fuego -hizo una pausa y me soltó- a menos que te quieras quemar- me guiñó y salió del agua.

 No juegues con fuego -hizo una pausa y me soltó- a menos que te quieras quemar- me guiñó y salió del agua

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Olivia RossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora