Capítulo 8 - Pijamada y gandes noticias

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Por favor, lean la nota al final :3
Ojalá les guste :)

Mentiría si les dijera que mi primer día de clases fue el mejor, la mañana se me pasó lenta y agobiante. Justo en este momento, me encuentro recostada en mi cama mirando el techo de mi habitación, pensando en nada en específico.

El grito de mi primo pidiendome que baje interrumpe mis pensamientos sin sentido. Al parecer, tengo visitas.

Tarareando una melodía inventada, bajo las escaleras de espiral. Amo este tipo de escaleras, me parecen más divertidas que las otras que simplemente son rectas.

Tu siempre tan madura, Sam

Ignora a tu conciencia, Samantha. Sólo ingnórala.

- Te busca un chico - canturrea Cameron pasando a mi lado.

Llegando a la puerta, me encuentro con Federico. ¿Les conté quién es? ¿No? Bueno, les cuento, él es uno de los amigos de Frank, Jen y Azul, me lo presentaron en el almuerzo. Además de que casualmente es mi vecino, genial ¿no? Hay que admitir que es lindo, con su pelo castaño ligeramente parado hacia arriba, sus ojos cafés y sus pequeñas arrugas que se forman cuando sonríe.  Por lo que hoy pude comprobar, es bastante agradable, simpático, nada egocéntrico, todo lo contrario a Frank: egocéntrico, arrogante, nada modesto. Admito que aún así me cae bien con lo poco que lo conozco, aunque a veces me saca de quicio.

- Hey, Fede, ¿que haces aquí? - me acerco a saludarlo en la mejilla, cuando Joey alias "primo sobreprotector", se interpone entre nosotros.

- Eso me pregunto yo, ¿que diablos haces aquí? ¿quién eres? ¿de donde conoces a mi prima? ¿cuales son tus inteciones? - bombardeó de preguntas mi primo.

- Vengo a hacer el trabajo de biología, soy Federico y conozco a Sam de la escuela - contestó con tranquilidad.

- ¿Y cuales son tus intenciones? - se acercó amenazadoramente.

- Hacer el trabajo de biología - respondío depreocupadamente encogíendose de hombros.

- Bien, pero los estaré vijilando - y se retiró.

- Siento mucho eso - me disculpé - ¿empezamos?

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Maldigo al estúpido profesor Falkembert de biología por ponernos un trabajo el primer día de clases. Además... ¿Falkembert? ¿un apellido más extraño no podía existir?

- ¡Al fin! - suspiró cansado Fede recostándose dramáticamente en el sillón.

Reí levemente mientras le daba un trago a mi coca-cola. El timbre de la entrada sonó, me levanté rapidamente y pregunté a travez del portero eléctrico:

- ¿Quién es?

- La más diosa... - se escuchó la voz de Azul, al fondo oí que alguien se aclaró la garganta - ah sí, y otras dos personas.

Reí, estas chicas son lo más. Hoy charlamos un montón sobre nosotras, las conocí un poco más y la verdad es que son muy agradables.

- Bajo - respondí.

- ¿Quién era? - apareció mi primo, junto con Duncan y Tyler.

- Amigos - contesté buscando las llaves.

Es extraño usar ese término para mí. Porque... ya saben, como les conté, nunca fui la persona más sociable que existe en este mundo. Pero igual, decir esa palabra era bueno, ya que significada que mi partida a Los Ángeles sirvió de algo.

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