¡YO TAMBIÉN TE QUIERO, PRECIOSA!

CAPITULO OCHO

- No tengo tiempo para jugar a enamorarme de nadie.
- No juegues. - Le cogió una mano. - Solo disfrutemos y aprovechemos el momento.
- A cuantas chicas les has dicho lo mismo? - Lo miro ella.
- Eso no debería importarte... - Le susurró al oído. - ...solo piensa en lo que sientes.
- ¿Y que sientes tu? - Iris no debió preguntarle eso.
- Esto. - La beso en el cuello y le buscó los labios con ansia, la apretó contra el y se movió despacio. - Me haces desearte...me pones... - No paraba de besarla y ella le devolvió cada beso. Alvaro paro, se aparto un poco para mirarla y le dijo. - ¿Que dices? ¿Tenemos algo tu y yo?
- Si. - Fue un susurro pero para Alvaro fue suficiente. La abrazo y así estuvieron un rato hasta que él al fin le dio el ultimo beso de buenas noches.

Pasaron dos o tres días sin que se vieran, tenían los horarios cambiados, el trabajaba de turno de mañana en la farmacia y ella tenia clases por la tarde hasta las siete y aun le quedaba el camino de vuelta a su casa.

En vista de que ella y Alvaro no parecía que iban a verse durante aquellos días, el miércoles se reunió con una amiga a la salida del metro. Había  quedado que pasaría con Tina por el polideportivo para ver al resto del grupo. En cuanto Tina e Iris llegaron al polideportivo de la pequeña ciudad donde vivían, notaron que la gente estaba un poco alterada. Tina,mas descarada que su amiga paro a unos niños que pasaban corriendo junto a ellas y les dijo.
- ¡Eh! ¡Chicos! ¿Que pasa?
- ¡Pelea! - Dijo un chico.
- ¡Si! Unos tíos van a liarla con unos de fuera. - Explico otro chico.
- Vamos. - Dijo Tina.
- No. - Iris no quería meterse en peleas.
- Si. Vamos a cotillear...
- Pero no es asunto nuestro...