𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚝𝚛𝚎𝚜

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Después de haber presenciado una escena tan hermosa como un amanecer, ahora veía una totalmente diferente, y terrorífica.

Siempre había sido un hombre que podía controlar sus impulsos humanos, pero, en definitiva todo en él cambió, no sólo físicamente, sino que algo dentro de él, murió, y al parecer nunca jamás iba a volver.

Soltando un grito de desesperación, se alejó del cuerpo de uno de sus trabajadores, ¿De verdad lo había hecho? ¿Había matado a alguien?
A este punto, las pruebas eran muy contundentes, además de la sensación de la sangre cayendo por las comisuras de sus labios.

Simplemente se quedó ahí, viendo hacia la nada, como si hubieran apagado su cuerpo y su mente. Mientras que su ahora compañero, parecía estar confundido por su reacción, hace unos momentos parecía que aceptaba su nueva naturaleza, ¿Por qué se detuvo?

Con movimientos sutiles, Wei Wuxian se acercó para ver aquel pálido rostro sin reacción, con una sonrisita, le tomó del mentón para comenzar a lamer la sangre que quedaba manchando las comisuras.

En ningún momento Lan Wangji despertó, o al menos así fue hasta que sintió los labios contrarios besándolo, esa acción no sólo le hizo volver en sí, sino que le enfureció tanto que lo mordió con fuerza y lo empujaba lejos.

-¡Lan Zhan!- Se quejó el vampiro mientras cubría la herida que el otro le había causado -Eres muy grosero, no se le muerde de esa manera a tu esposo.

El contrario solo respondió con un resoplido, levantándose de suelo con cuidado, desvió su mirada de los cuerpos sin vida que había dejado, había sido casi imposible para él, no sucumbir ante el deseo de sangre que su nueva naturaleza le exigía con tanta insistencia.

Tenía un sentimiento de satisfacción y arrepentimiento, tratando de dominar su corazón muerto, asesinó a todos esas personas que amaban a su familia, que lo amaron a él, que le dieron apoyo en medio del dolor, que nunca dudaron en abandonarlo, ¿y que hizo ahora para agradecerles?

Les arrebató la vida de un modo horrible. Incluso ese momento fue sorprendente para el vampiro mayor, se esperaba más resistencia del recién nacido, pero al parecer, la oscuridad consumió en un instante, la luz que quedaba en el alma perdida del Lan.

-Ya deja de sentirte mal, iban a morir de todos modos- Ese cinismo, eran como afiladas dagas que lastimaban a Lan Wangji. -Aunque he de decir, que yo también hubiera hecho todas esas expresiones de horror, eras como una bestia hambrienta, ni siquiera yo hice eso cuando me volví vampiro.

Y vaya que decía la verdad, presenciar esos homicidios era como ver a un demonio devorando a sus presas, fue algo tan rápido, que no hubo tiempo para escapar, y cada que los empleados lo intentaban, la sedienta criatura, con un solo golpe, torcía las piernas de los humanos para inmovilizarlos, o al instante los mordía para beber su sangre.

-Querido, acepta lo que eres ahora, esto solo es el inicio de algo que no podrás controlar.

El de orbes dorados solo pudo negar varias veces, retrocediendo con pasos cortos y torpes, salió corriendo de aquella sala, no podía estar ni un minuto más en el lugar, de casi en un abrir y cerrar de ojos, ya se encontraba refugiado en su habitación. Envuelto en la ira de sus acciones, hizo un completo desorden con los muebles, con esa fuerza descomunal que ahora poseía, cualquier golpe, provocaba más daños de lo que podía pensar.

Estaba determinado a encerrarse en la recámara para siempre, bueno, eso si el lugar lograba soportar a la criatura que albergaba desde esos momentos, aunque casi cualquier persona cuerda podía deducir, que eso sería imposible, y que tarde o temprano, el caos iba a liberarse de nuevo.

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⏰ Última actualización: Oct 11, 2021 ⏰

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