Cabello color marrón, ojos color café, pelo medio largo, perfil bajo, vestimenta color negro, peso normal. Sonrisa PERFECTA.
Todo comenzó ese día... Era mi primer día de clases. Lo único que esperaba era caerle bien a todos. Nos mudamos hace unos días a Buenos aires, la Plata. Vivo con mi mamá. Nunca supe de mi papá, mamá me dijo que la dejó cuando yo todavía estaba en su estomago. Mi nombre es Romina Aylen Lopez. Tengo 16 años.
Ese día salí temprano de casa, era mi primer día no quería llegar tarde, igual lo terminé haciendo debido al retraso del autobús.
Crucé la calle y allí encontré la escuela. Me sentía algo rara, todas las miradas se posan en ti porque eres "la nueva".
Me señalaron el salón al cual debía entrar. Y ahí estaba. Con muchos nervios. A punto de poner un pie en ese salón. La profesora me saludó, y sin que yo dijera nada, me presentó.
— Ella es Romina Aylen Lopéz, espero que la integren y sean buenos con ella.
¿Bueno conmigo? Eso espero.
Hice un gesto de timidez, y con la mirada busqué un lugar que estuviera libre. A su lado. Al lado de un chico totalmente raro. Separado del resto. Desintegrado. Como lo estaba yo en ese momento.
— Puedo?—pregunté moviendo un poco la silla hacía atrás para poder sentarme en ella.
— Claro. — Dijo sin siquiera mirarme.
Lo observaba en cada oportunidad que tenía, él tenía algo que me atraía por completo. Luego de casi una hora de silencio, fui yo quien decidió romperlo y le pregunté su nombre.
— ¿Como te llamas? Si es que puedo saberlo.—dije mientras jugaba con mis manos debido a los nervios que tenía.
—Martín—dijo a secas.
—Tienes un bonito nombre— Le dedique una sonrisa.
—Tal vez—Decía cabizbajo.
—Emm Martín... Cuando salgamos al recreo... ¿Podrías enseñarme la escuela?
- Si, creo que puedo hacerlo.—intentó sonreír.
No se porqué pero no dejaba de mirar el reloj, quería que el recreo llegará e ir con él. Estuve mucho tiempo mirando ese reloj, hasta que al fin la aguja apunto al número que indicó la hora de recreación.
En cuando salimos al recreo, él cumplió. Me acompaño a recorrer la escuela. Era un poco callado, pero creo que nos faltaba un poco más de confianza.
—No tienes amigos?— pregunté.
— No. — Se entristeció.
— ¿Y porque no?— insistí.
—Por como soy.— tenía su indiferencia
— ¿Y como eres? Yo creo que no hay nada malo en ti. —lo miré confundida.
—Raro.— afirmó.
— ¿En serio? Claro que no, no veo nada raro en ti.
—Eres la única persona que piensa así.
— ¿Sabes? Tienes una sonrisa bonita, como para sonrías tan pocas veces.
—No se de donde sacas esas cosas—dijo mirando hacia arriba riéndose en su interior.
El recreo había terminado. Nuestro paseo también. La escuela era muy grande y me agradaba bastante. Regresamos al salón e hicimos la tarea juntos, él era alguien muy inteligente.
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Divine Eyes. {TERMINADA}
RandomBueno esta historia se basa en una chica diferente al resto, que llega a una nueva ciudad, y quiere integrarse con las demás personas. Pero hay gente que sólo le hará mucho daño. Conoce a un chico llamado Martín quien será el amor de su vida, y quie...